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(Comunicado de prensa de la Casa de Campaña de Enrique Peña Nieto, candidato a la Presidencia de la República por el PRI y el PV, este 6 de mayo del 2012).-
Al inicio de mi campaña establecí cinco grandes compromisos para cambiar a México: 1) Recuperar la paz y la libertad; 2) Construir un México incluyente y sin pobreza; 3) Crecer para generar más y mejores empleos; 4) Más educación y de calidad para todos y 5) Recuperar el liderazgo de México en el mundo. Estos cinco compromisos se podrán alcanzar con un Gobierno Eficaz que ofrezca certidumbre y resultados a la población y, desde luego, con el respaldo y la participación de todos los mexicanos que sabemos que México puede y merece estar mejor.
Para construir un Gobierno Eficaz, considero fundamental avanzar en cuatro áreas clave: 1) la construcción de mayorías estables en el Congreso; 2) una mejor relación entre el Ejecutivo y el Legislativo; 3) un mayor acercamiento entre el sistema político y la ciudadanía; y 4) una mayor transparencia y mejor rendición de cuentas.
Considero de gran importancia contar con mayorías estables en el Congreso ya que permitiría al partido electo mayoritariamente por los mexicanos llevar a cabo su propuesta programática y aumentaría su responsabilidad de cara a la ciudadanía, pues no podría escudarse en la parálisis legislativa. Para alcanzar esta meta, me he comprometido a promover la eliminación de 100 diputados plurinominales ya que facilitaría que el partido que obtuviera mayor número de diputaciones de mayoría relativa tuviera una mayoría en el Congreso. Además, esta reforma permitiría crear un nuevo equilibrio funcional entre mayorías y minorías en el Congreso: la representación de las minorías seguiría garantizada con 100 diputados plurinominales, pero se impediría que tuvieran un poder de veto injustificado, lo que permitiría crear una Cámara de Diputados más funcional y eficaz, así como menos costosa para los contribuyentes.
Una segunda área prioritaria para construir un Gobierno Eficaz es mejorar el diálogo entre poderes, así como romper con las indefiniciones que, en muchas ocasiones, terminan ahogando de manera silenciosa el proceso de toma de decisiones democráticas y condenan al país al estancamiento y la irresponsabilidad. La iniciativa preferente, que ha sido aprobada por el Congreso en la reforma política reciente, es un mecanismo muy efectivo para mejorar la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, como se ha comprobado en diversos sistemas presidenciales en América Latina.
Esencialmente, este mecanismo consiste en facultar al Presidente para escoger hasta dos iniciativas al principio de cada periodo de sesiones que deberán ser analizadas por el Congreso con carácter prioritario. Es importante destacar que la iniciativa preferente no implica obligación sobre el sentido en el que debe pronunciarse el Legislativo, simplemente asegura la discusión de los puntos centrales del programa del gobierno y evita que estos puedan “congelarse”.
Una tercera asignatura pendiente para mejorar la calidad de nuestra democracia es acercar el sistema político a la sociedad. En este rubro destacan tres mecanismos que también han sido aprobados por el Congreso en la reforma política reciente y, debidamente regulados, tienen un gran potencial para mejorar las oportunidades de participación directa de la ciudadanía. La iniciativa ciudadana permitirá presentar propuestas para transformar la legislación a cualquier grupo de ciudadanos capaz de reunir el respaldo de un porcentaje de la lista nominal de electores. La consulta popular abre la posibilidad a la ciudadanía de opinar sobre temas trascendentales para la nación, mientras que las candidaturas independientes impulsarán la competitividad de los partidos políticos al obligarlos a estar más cerca de la ciudadanía y atender más efectivamente las demandas sociales.
En los tres casos se deberá poner atención especial a la forma en que se aterrizan en la legislación secundaria, para evitar que estos mecanismos de democracia semidirecta puedan utilizarse con fines antidemocráticos. Por ello, es necesario excluir la vigencia de los derechos humanos, consideraciones de seguridad nacional o la relección presidencial. En el caso de las candidaturas ciudadanas, debe ponerse especial atención a sus formas de financiamiento, para asegurar que no se conviertan en un instrumento de uso exclusivo para los más adinerados.
Un cuarto eje, imprescindible para contar con un Gobierno Eficaz es garantizar una rendición de cuentas efectiva. El dinero de los mexicanos debe utilizarse con honestidad y con eficiencia para conseguir nuestros objetivos como nación. Por eso, el primer día de mi campaña asumí los compromisos de crear la Comisión Nacional Anticorrupción y hacer pública la relación de bienes del Presidente de la República y de todos los mandos superiores del Gobierno Federal. Para reforzar estos compromisos tomaré medidas complementarias como: promover la generalización de códigos de ética para los servidores públicos; fortalecer los órganos de fiscalización, fomentando la participación ciudadana, particularmente de la academia y las organizaciones de la sociedad civil, e impulsar la figura de testigos sociales en compras gubernamentales relevantes. Asimismo, debemos articular un Sistema Nacional de Rendición de Cuentas que integre y adecue los sistemas de cada uno de los poderes de gobierno y armonice el desempeño de las instituciones involucradas y utilizar indicadores públicos, como los de gestión de buen gobierno, para ampliar la participación y vigilancia ciudadana, atraer mayores inversiones y facilitar la investigación académica.
Para poder aprovechar al máximo nuestro potencial como país y lograr que cada mexicano escriba su propia historia de éxito, necesitamos un Gobierno Eficaz, que se comprometa con la ciudadanía y dé resultados. Aquí he planteado algunos compromisos y propuestas para alcanzar este objetivo. México va a cambiar.
