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La economía italiana lleva ya cuatro trimestres de caída consecutiva, profundizando su recesión con un descenso en la producción industrial, en agricultura y servicios, que conlleva el ulterior desplome del Producto Interior Bruto (PIB) que, en efecto, registró entre abril y junio de este año una caída del 7% en comparación con los tres meses anteriores, según datos difundidos hoy por el Instituto de Estadísticas italiano (Istat).
En relación al mismo período de 2011, el PIB cayó un 2,5%, precisó ese instituto.
Se trata del peor resultado desde el cuarto trimestre de 2009, cuando la baja fue de un 3,5%.
Los datos muestran cómo va empeorando la situación de Italia, una de las economías en recesión de la zona euro, junto con España, Chipre, Malta, Portugal y, obviamente, Grecia.
El índice de producción industrial en junio bajó un 1,4% frente al mes precedente y un 8,2 respecto a junio del año pasado, y la producción de automóviles también se desplomó, ya que en junio cayó un 22,5% respecto a junio del 2011y en el primer semestre de este año el descenso fue de un 20,1%.
Italia, sacudida por la crisis de la deuda soberana y por severos planes de ajuste orientados a tranquilizar a los mercados, entró en recesión en el cuarto trimestre del 2011 con una caída del PIB de un 0,7%. A nivel anual, el descenso del PIB será de un 1,9%, según el Istat.
Los españoles dicen que están peor
El pesimismo de los ciudadanos españoles aumentó en julio pasado, sobre todo por el elevado desempleo, superior al 20%, según un estudio divulgado hoy por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que recalcó que la falta de trabajo constituye una de las principales preocupaciones de la población.
Cerca del 90% de los españoles considera que la situación económica del país es mala o muy mala, y que la educación, la sanidad y la inseguridad ciudadana también se encuentran entre los problemas citados, reveló el trabajo.
El desempleo es citado como problema por el 78,6% de los españoles, seguido de los problemas de índole económica (46,5%), mientras que la clase política sigue siendo el tercer problema, y aumenta el número de ciudadanos que la mencionan como la causa de sus males (25,4%).
Para 89,4% de los consultados, la situación económica del país es «mala» o «muy mala» y sólo 0,6 % la considera «buena», mientras que 40,5% augura que empeorará, frente a sólo 18,2% que espera que mejore y un 30,2% que, con mayor pesimismo, estima que no cambiará.
Los bancos, que antes no figuraban entre los diez primeros problemas para la ciudadanía, entraron en el sexto lugar y son ahora mencionados por más encuestados: 8,2% los cita ahora como un problema.
La educación (7,1%), los recortes en salarios y pensiones (5%), la inmigración (4,5%) y la inseguridad ciudadana (4%) completan la relación de los diez problemas más citados por los encuestados.
