El chico diez (Artículo de Fondo)

Artículo de Fondo Por Ignacio Martínez (14-XI-16).- Lo conocí hace muchos años como un joven alumno de la secundaria federal número cinco “Héroes de Chapultepec” de Morelia, en aquellos días que lo veía ingresar a los laboratorios de ciencias naturales jamás me imaginé que se convertiría años después en el presidente municipal de Morelia.

Era como cualquier otro niño, inquieto, juguetón, pero mostraba interés y respeto a sus compañeros y maestros.

Perdí contacto con el joven, hasta que lo volví a descubrir como candidato del Partido Acción Nacional como diputado local.

Las señoras maduras y particularmente mujeres de la tercera edad lo arroparon y hasta cuidaban en la campaña, una campaña cercana a la gente, tocando puertas, caminando, casa por casa, en aquellos días cuando se decía que al PAN sólo llegaba hasta donde se terminaban las banquetas, Alfonso iba más allá a lugares sin banquetas, le empezamos a llamar “el chico diez” porque justo competía por ese distrito, el diez.

No le alcanzó el esfuerzo y pensé que regresaría a las actividades de administración y de docencia de los negocios familiares.

Sus padres mostraban una gran confianza en el “chico diez”, una madre que siempre “me lo encargaba”, cuando pueda dele consejos a Poncho, es un buen muchacho me decía su mamá, mientras que su padre estaba como una columna muy fuerte, siempre cerca de su muchacho, tratando de ayudar ambos a que mantuviera los pies sobre el piso.

Los que conocemos a Alfonso sabemos que como hombre que es el mismo de siempre, de toda la vida, nunca lo cambiaron los puestos, siempre ha sido el mismo, con una sonrisa franca, un trato respetuoso, creo que nunca lo he visto enojado, un tipo que además sabe decir NO, muchos políticos tienen un Si fácil a todo.

Un día me dijo que saldría del PAN, el partido de sus amores, que buscaría ser candidato independiente a la presidencia municipal de Morelia, sería difícil le dije, hasta imposible pensé, luchar contra el sistema de partidos, tendría que buscar muchas alianzas para alcanzar el objetivo.

Lo volví a sentir como “el mismo de siempre” la noche en la que cubría de manera informativa la entrega de su constancia que lo acreditaba como presidente municipal de Morelia, para variar estaba cerca de él su señor padre.

Por qué le platico todo esto, porque la semana pasada me sentí muy orgulloso de aquel hombre que conocí como niño en una secundaria, al verlo sentado frente a un auditorio de casi 1500 personas, representando a su ciudad, hablando de su ciudad y tratando que el mundo volteara a ver nuestra antigua Valladolid, un hombre que había sido escogido entre 144 ciudades participantes para ser una de las cinco que se mostraran en un panel en el inicio de actividades de la Conferencia Mundial de Ciudades Hermanas en Chongqing China.

Que sucederá después? la continuidad y seguimiento serán vitales y cuenta sin duda con la alianza del embajador de China en México, mucho se ha hablado si es positiva o negativa su presencia en China, el tiempo lo dirá sin duda.

Aunque hay otra duda de la gente que estuvimos presente en Chongqing China, de quien pago nuestros gastos, yo habló por mí, pagué mis gastos de principio a fin, puedo decir sin que resulte de parte de Alfonso una grosería, que ni siquiera me invito un bote de agua china.

Eso me permite continuar con mi libertad de regresar a mi casa y decir que la ciudad está llena de baches, que la inseguridad sigue siendo uno de los dolores de cabeza aquí en mi casa y que el presidente municipal seguirá intentando cambiar la percepción de muchos de nosotros, incluyéndome por supuesto.

Una experiencia muy especial, donde pude escuchar a un Vicepresidente chino, a un ex primer ministro de Japón pidiendo perdón al pueblo chino por los bombardeos que perpetró el ejercito chino en la segunda guerra mundial sobre Chongqing y que produjo más de 30 mil muertos.

Podría quedarme en mi casa a recibir cómodamente los boletines que genera el área de comunicación social, pero usted me conoce trato de salir mucho, normalmente con mi equipo de trabajo viajamos aparte del denominado pull de prensa.

Nadie levanta la voz de que vaya a Buenavista Tomatlán, o a Cenobio Moreno o a Úspero o Apatzingán o a Aquila.

Hoy simplemente reitero mi orgullo de haber estado presente en ese panel donde el niño de los ojos azules, el chico diez, el presidente municipal de Morelia, mostró a mi ciudad ante el mundo.