Inicio / Los Articulistas / Ignacio Martínez / De Madrigal a Michoacán

De Madrigal a Michoacán

Artículo de Fondo Por el Dr. Ignacio Martínez.- Esta mañana al despertar de pronto me transporte a la tranquilidad de Madrigal de las Altas Torres en España, sentí su viento frío, pero también sentí la calidez de su gente, el cariño de su pueblo con el sólo hecho de escuchar que eres de Michoacán, de Pátzcuaro, de Uruapan o de Morelia.

Recordé su majestuosa iglesia de San Nicolás donde afirman fue bautizada la reina Isabel aquella que confió y ayudo a Cristóbal Colón en el sueño de descubrir un nuevo camino para ir a las indias y que de pronto se encontró con nuestra tierra y como olvidar a San Nicolás el nombre del santo que trajo a Michoacán Vasco de Quiroga.

Esta mañana de 14 de marzo se unen los nombres de Madrigal de las Altas Torres en Europa con Uruapan, Pátzcuaro y Morelia en América, un día como hoy pero de 1565 moría en la Huatápera de Uruapan Vasco Vázquez de Quiroga y Alonso de la Cárcel

Primer obispo de Michoacán y sin duda uno de los hombres convertido a religioso más querido por los indígenas purhépecha y llamado Tata Vasco.

Vasco vivió su niñez en Madrigal y cuando empezó sus estudios de Jurisprudencia se trasladó a Salamanca (una ciudad que por sus trazos parecería ser muy semejante a la Valladolid de la Nueva España) y curioso para 1513 fue nombrado visitador de la Real Audiencia y Cancillería de Valladolid, sus amplios méritos lo recomendarían más tarde para ser nombrado por la reina oidor de la Audiencia de México.

Desde 1533 desempeña el cargo de visitador de Michoacán hasta 1537 cuando el Emperador Carlos V (Carlos I de España) le nombra el primer Obispo de la Diócesis de Michoacán.

Vasco de Quiroga fundó el hospital de San Nicolás de Tolentino y prosiguió con su experimento evangelizador de los hospitales, inducido por la lectura de la Utopía de Tomas Moro. Reunía a los naturales para imbuir en ellos ideales de fraternidad y auxilio mutuo.

Constaban tales hospitales de una casa común para enfermos y dirigentes de la agrupación, y de casas particulares para los congregados, llamados familias, porque en ellas vivían sus miembros, con terreno anexo para huerta o jardín, estancias de campo y lugares para siembras y ganaderías.

El hospital era un cuadrado en uno de cuyos frentes estaba la gran enfermería de contagiosos y en otros los enfermos usuales. Los naturales trabajaban comunalmente durante seis horas y de su beneficio se pagaban los gastos del hospital, de la comunidad y de las escuelas; el resto se repartía entre los congregados. En los hospitales se enseñaba a los indios diversos oficios.

Su obra despertó gran estimación a los indios, que llamaban cariñosamente al Obispo el «Tata Vasco». Vasco de Quiroga viajó a España en 1550 y durante su estancia fundó en Valladolid el convento franciscano de San Bernardino.

En 1555 había vuelto a México, donde asistió al Concilio Provincial. Intentó luego ir al Concilio de Trento, pero no pudo lograrlo. En 1565 falleció en Uruapán en el trascurso de una visita pastoral.

 

Se ganó el afecto de los purépecha gracias a sus obras y a las medidas económicas que promovió. Este afecto le hizo acreedor al trato de Tata Vasco en el que se expresa el afecto filial de los purépecha.

Trasladó la sede del obispo de Tzintzuntzan a Pátzcuaro. Fundó el pueblo-hospital de Santa Fe de la Laguna y el Colegio de San Nicolás Obispo antecedente de la Universidad Michoacana.

Durante su tarea sufrió la enemistad de algunos colonos españoles, que abandonaron Pátzcuaro para fundar una ciudad rival con el apoyo del virrey Antonio de Mendoza. El nuevo asentamiento recibió el nombre de «ciudad de Michoacán» (1541), antes de ser nombrado sucesivamente como Guayangareo, después Valladolid y finalmente, Morelia el que fuera el jardín de la Nueva España.

Sus restos se encuentran actualmente en un mausoleo, dentro de la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, en Pátzcuaro. Se ha introducido recientemente la causa para su canonización promovida por el cardenal Alberto Suárez Inda.

Son innumerables las calles, escuelas, asociaciones, gremios, sociedades y lugares que llevan su nombre en Michoacán. Es el caso en particular del municipio y cabecera municipal de Quiroga (Michoacán) anteriormente Cocupao.

Existe un monumento en su memoria erigido en Madrigal de las Altas Torres con motivo del Quinto Centenario de su Nacimiento, obra de Francisco Zúñiga, que recibe anualmente una ofrenda floral para celebrar el hermanamiento de dicha villa con el municipio de Pátzcuaro. En las ciudades de Pátzcuaro (Michoacán) e Irapuato (Guanajuato), se entregan cada año la presea «Vasco de Quiroga» a personalidades destacadas.

Madrigal y Michoacán están unidos por la figura de un buen hombre que ya lo habían calificado como Tata los indígenas, pronto el Vaticano lo reconocerá como Santo, San Vasco de Quiroga.

Ver también

«Héroes y cubetas con agua»

Artículo de Fondo, Por Ignacio Martínez (26-I-18).- A través de la delegación de Zinapécuaro se …

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *