05 de marzo del 2016.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, visitó en su residencia a su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula Da Silva, un día después de que el ex mandatario fuera blanco de la mayor investigación por corrupción en la historia del país.
La jefa de Estado llegó a primera hora de la tarde al domicilio de Lula, donde fue recibida por unos 300 simpatizantes que se congregaron en las puertas del edificio, situado en el municipio de Sao Bernardo do Campo, en el área metropolitana de Sao Paulo.
Los seguidores del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Rousseff y del que Lula es uno de los fundadores, acompañaron a la presidenta entre gritos de «No habrá golpe», en referencia a la posible apertura de un juicio político en el Congreso y que podría costarle el cargo a la jefa de Estado.