Ahuizote Agencia de Información Ahuizote.com
México, D.F., a 7 de mayo del 2013.- Al darse a conocer hoy la firma del adendum al Pacto por México, en el que el gobierno de la República se compromete a respetar la ley, a tomar medidas para garantizar la limpieza en las elecciones de julio próximo y a blindar los programas sociales de todo uso proselitista por parte del gobierno en favor de su partido, lo menos que los mexicanos y las mexicanas debemos preguntarnos es: ¿en que estaban pensando los dirigentes de los partidos políticos cuando firmaron dicho documento?
Hortensia Aragón Castillo, Coordinadora Nacional de Foro Nuevo Sol-PRD expresó que más que un adendum o un agregado a los 95 compromisos que se avalaron el 2 de diciembre de 2012, lo que hoy se ha signado muestra el descuido de lo que fundamentalmente es la materia de trabajo de un presidente de partido político: el ámbito electoral, ganar elecciones… sobre todo en un país como el nuestro, en el que la violación a las reglas de la democracia son el pan nuestro de cada día.
Respeto a la ley y limpieza electoral, blindaje electoral, participación de la sociedad civil, profesionalización e imparcialidad de los delegados y operadores de programas federales, equidad de la competencia proselitista, observadores electoral y reforma electoral debieran haber sido condiciones irreductibles para que la oposición se sentara a firmar el pacto y no parte de un forzado adendum que pretende dar vigencia a una segunda etapa del mismo, sobre todo cuando dichos compromisos electorales han sido rebasados por la realidad.
Es lamentable que a causa de los afanes de protagonismo, los líderes partidistas hayan olvidado que cuando los militantes de las instituciones a las que representan los eligen lo hacen para ganar elecciones, no para invadir la esfera del Poder Legislativo ni mucho menos para convertirse en comparsas de un presidente como Enrique Peña Nieto, urgido de legitimidad y reconocimiento popular.
Que los firmantes del Pacto por México no se digan nuevamente sorprendidos cuando en dos meses se vean los resultados de haber signado un documento que se basa simplemente en la buena voluntad y en la palabra empeñada del presidente, el mismo que pudo haber corrido a su secretaria de Desarrollo Social, pero que defendió a piedra y lodo con la lapidaria frase de “No te preocupes, Rosario”, que muchos nunca podremos olvidar.
