¡Cuidando! Ahí viene el Chupacabras

Por Noemí Avilés.-

(23-07-12) La gobernabilidad de Michoacán esta en riesgo ante el embate que sufren ciertos municipios de la entidad por grupos armados que envían un claro mensaje de desafío al poder que ostenta el orden y que representa a los michoacanos en gobierno, y leyes o acuerdos de respeto y dignidad, -algo que por lo menos lo señala la Carta Magna nacional reforzada con rasgos propios en la estatal-.

Y muy a pesar del nuevo acuerdo de seguridad con la federación, Michoacán es presa de nuevos y mayúsculos ataques nada menos que a la autoridad. Entonces nos preguntamos ¿Qué sucede en Michoacán que parece no haber gobierno? ¿Dónde aquella propuesta de orden y de seguridad que tanto se nos prometio este gobierno en las campañas electorales?

Los ciudadanos seguimos en la espera de ver cumplidas las propuestas con el riesgo de que, como antaño, todo parezca quede en el tintero de la propuesta, en el ayer del discurso, del viento que recorre los lindes más ínfimos de la memoria y, como de súbito, desaparezcan, se desvanezcan. Así como solía suceder cuando el partido hegemónico mantenía el poder, algo que aceptamos cuando arribo el mismo partido a Michoacán después de que la izquierda gobernara y perfilara un destino diferente para los que menos, para los vulnerables.

Pero vuelve la misma pregunta ¿Dónde quedaron los programas, el plan que buscará el desarrollo de la entidad, en el cual se podría verificar el rumbo de nuestra economía, sociedad y educación que supusieron un grado mayor de importancia en los discursos de campaña?

¿Dónde, de nuevo, la seguridad cuando en Susupuato y en Vista Hermosa los cabildos son sorprendidos y en donde asesinan a directores de seguridad municipal? ¿Dónde la investigación inteligente y el uso del personal de confianza y calificado, certificado, para tomar estas situaciones en sus manos, en sus análisis, cuando en lugar de este envían a un Ministerio del Fuero común cual si hubiera trascendido un asalto a mano armada o alteración del orden público en plena plaza y no la sangre, vidas y terror implantado en la población no por cinco, sino por cincuenta hombres fuertemente armados?

Vuelve entonces ante las preguntas expuestas, la tentativa de respuesta: la vuelta a estas no con Chupacabras, ahora con desprestigios bien orquestados para dirigir la atención de los ciudadanos en diretes realzados por los espacios comprados en ciertos medios de comunicación. De nuevo el regreso de los reflejos y las sombras que proyecta el fuego en la caverna: la deuda que va y viene con cifras, nuevos números, otros conceptos por pagar, rubros que debe asumir la administración actual y que hacen sonar hasta el cansancio para llenar el ojo y la mente de los michoacanos en temas que llaman al morbo de falsas preguntas, de aquel «sospechosismo» a manera de zanahoria para girar y girar sin orden ni vista lejana; dinámicas de hacer, de recrear aquellos inocentes ciudadanos ajenos al reclamo, inundados de silencio para el ataque libre del arca estatal, del poder sin límites de mieles.

En tanto, si debemos responder algunas preguntas sobre el rumbo de nuestra entidad, la respuesta es más que conocida: nada, no ha de modificarse algo de la realidad en materia de crecimiento y desarrollo en Michoacán. A lo mucho se moverían algunos programas en donde aquellos conceptos quedarían fuera bajo los razonamientos y argumentos de ineficiencia presente por la culpa de otros, los del pasado.

Así viene el nuevo Chupacabras, aquella idea en donde se nos predispone a asentir, peligrosamente, acríticamente, que fueron otros los malos, los del pasado, y que ya nada tiene remedio.