Equidad Mediática

A trompicadas, con altas y bajas, a los ciudadanos nos ha costado tiempo, dinero y no pocas decepciones consolidar un sistema electoral transparente, imparcial, y confiable. Desde aquellos lejanos años de la segunda mitad de los años de los noventas, hasta los más recientes acuerdos tomados en el seno del IFE, la búsqueda constante ha sido que el ciudadano al momento de emitir su voto lo haga en las mejores condiciones posibles.

Iniciaron ya las campañas y se observa con preocupación que hay vicios y errores que parecieran no se han movido del 2006. Bastaría llevar una somera contabilidad en la transmisión de los promocionales transmitidos a toda hora, incluido en horario estelar, para constatar que hay dados cargados hacia un candidato específico, por parte del duopolio televisivo. Esta situación palpable, verificable, se da en el marco de una suerte de filtro impuesto por el consejo ciudadano del IFE que en teoría no debería permitir este estado de cosas.

Por cada spot del candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, las televisoras que dominan el espectro de los mass media transmiten dos del abanderado del PRI, y con mayor frecuencia a la candidata de Acción Nacional, Josefina Vázquez Mota, y hasta el final, con evidente sesgo hacia minimizarlo, al candidato de las izquierdas.

Además, y por si eso no fuera suficiente, lo opinadores, aquellos levanta cejas que sin argumentos y con mucha adjetivación ofrecen un punto de vista que es observado por millones de ciudadanos, no han sido ni medianamente objetivos con López Obrador. ¿Estamos ante una visión trasnochada de lo que sucedió en el 2006?

La solvencia, la eficacia del  IFE está a prueba. El proceso apenas inicia y hay tiempo para corregir errores, para que el IFE pueda meter en cintura a estas televisoras que no dudan en imponer, a golpe de dados guardados mediáticos, a su candidato, que es tanto como decir por quién apostaron. Una vez más la democracia está en juego.