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Artículo de Fondo, Por Ignacio Martínez.- Me habían invitado al primero, único y último informe de Salvador Abud como presidente municipal de Morelia, estaba advertido que existían movimientos desde una noche previa del cierre de la calle allende frente a palacio municipal en cuanto a colocación de sillas y un toldo, me habían advertido que llegara temprano.
Llegue casi una hora antes de la cita, pero con la sorpresa de que existían varios puesto de control y vigilancia con fuerza ciudadana y hasta el grupo de operaciones especiales, vallas metálicas y hermosos perros policías, mientras me acercaba me preguntaba pues que pasó aquí, viene el presidente Peña Nieto?
O la seguridad ha aumentado en torno al gobernador Jara?
O el miedo es tan grande de Salvador Abud ante un posible atentado, amenaza a su integridad física o hasta la llegada de diversas organizaciones de manifestantes?
En el primer filtro me solicitaron un sticker para poder accesar, obviamente no lo tenía, descubrí entonces que todos los invitados especiales traían el anhelado papelito con pegamento en un lugar visible de su cuerpo para poder ingresar.
Alguien de turismo me observó, muy serio por cierto, creo que casi enojado y pidió que me dejaran ingresar, gracias a él entré, pero no lo podía creer lo que sucedía alrededor de palacio y las extremas medidas de seguridad.
En el camino me encontré a dos ex presidentes Ignacio Gálvez Rocha y Manuel Nocetti Tisnado ambos coincidieron en señalar que era exagerado el operativo.
Mientras buscábamos la puerta de acceso, se me acercaban algunos de los trabajadores del ayuntamiento apenados por lo que sucedía, hasta a ellos les parecía exagerado el protocolo, ingresé por la puerta de Galeana gracias a la ayuda del secretario particular de Miriam Cruz la esposa de Salvador Abud.
Ya adentro estaba algo oscuro, charle con otros ex presidentes, Chavo López y Samuel Maldonado, ambos extrañados del protocolo de seguridad, varios de los regidores igual me dijeron que era exagerado lo que sucedía a las afueras del ayuntamiento.
Llegó Alfonso Martínez y cuando me saludo reproboó lo que sucedía alrededor del ayuntamiento, espero no hagas lo mismo Poncho, no me contesto rápido, yo no haré esto.
El gobierno de Abud había sido muy discreto desde mi punto de vista, Salvador se había dedicado a trabajar hasta el límite navegando entre la diversidad de problemas de una ciudad como Morelia y con morelianos que le ponemos un problema a cada solución, Abud buscaba cambiar ante la ciudadanía la percepción dejada por el reino de Willylandia y de la Emperatriz Margaret Primera.
A quien se le ocurrió blindar el centro histórico y dañar a miles de ciudadanos yo hoy mismo lo corría.
El centro histórico ha vivido bloqueos, plantones, diversas manifestaciones desde profes, antorchos, pasando por “muchachos inquietos” y hoy la autoridad bloquea también para cuidar el evento del informe del presidente.
Me queda mal sabor de boca de lo que sucedió afuera, de adentro, de lo que se dijo ni me acuerdo, lo vivo todos los días, con la grave inseguridad que vive la ciudad, anoto por cierto que ayer entre 9.30 y 13.30 se robaron seis vehículos en Morelia, no habría sido mejor que los policías comisionados a cuidar el informe, hubieran estado cuidando a la ciudadanía?
Vivo las malas vialidades, vivo los malos servicios.
Para rematar anoche un cocktail de gala en palacio, caray la nota la dio el presidente afuera con sus excesos en seguridad y no con los anuncios de cárcel o mínimo investigación ante los millones de pesos mal invertidos de obras en el municipio.
Veremos sí el “nuevo comienzo” de Alfonso Martínez hace olvidar el exceso vivido ayer.
