En el año de 1809, Michoacán fue el crisol de la gesta independentista de México; doscientos cinco años después, Michoacán vuelve a retomar su herencia «revolucionaria» y ahora lucha por liberarse de los propios mexicanos que sirven a intereses oscurantistas, tanto maleantes como políticos. De aquí el surgimiento de las Guardias Comunitarias.
El señalamiento constante del grupo delincuencial michoacano el cual está siendo atacado concretamente respecto al «cierto apoyo» de un «cártel» rival de Jalisco, ha quedado tirado por los suelos, pues se abrió la información sobre el apoyo recibido por empresarios nacionales y extranjeros, así como pobladores que emigraron a USA ,así como por un grupo civil de alto nivel internacional al cual Manuel Mireles pertenece desde hace ya mucho tiempo.
Los recursos que obtienen las autodefensas son suficientes para mantenerse armados constantemente, además,las armas y autos decomisados a los criminales pasan a engrosar el inventario de este grupo, con lo cual han podido luchar en igualdad de capacidades, ya no están como al inicio: con carabinas de chispa, machetes, palos y uno que otro rifle o escopeta deportiva.
Sin duda alguna, este movimiento actual es un recordatorio de que todo es cíclico, la herencia etérea de Michoacán se hace presente nuevamente y está siendo clave fundamental para apoyar e instruir a nuevos grupos civiles que se lazan en contra de la tiranía delincuencia y política, pues el cansancio de la opresión ha sido demasiada. Podremos decir que bien pudiera ser el inicio de un nuevo movimiento libertario, cosa que pone a temblar al Presidente y todo el esquema político mexicano así como a los grupos delictivos desplegados en el país. Las Guardias Comunitarias están creciendo rápidamente, los recursos financieros mandados por quienes los apoyan sobrepasan o igualan a los que manejan los narcos, sin duda alguna, este momento es histórico e importante para el país.
Es cuánto.