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Ante los acontecimientos acaecidos desde el mes de marzo en la entidad michoacana y que han desencadenado con la solicitud de licencia por un periodo de hasta 3 meses para separarse del cargo a Gobernador del Estado, el hasta hoy servidor público encargado del ejecutivo ha desencadenado incertidumbre política, social y económica, al encontrarnos en un parte aguas turbulento en espera de su sucesor.
Pero no importa en quien recaiga la responsabilidad de dirigir las sendas de la administración estatal, lo que sí es realmente preponderante, no solo para el minúsculo grupo a suceder, sino para más de tres millones de ciudadanos que cohabitan entre los limites circunscritos en el territorio de esta entidad federal, el suscrito tendrá que dar respuesta satisfactoria a las demandas de la ciudadanía que eligió en las urnas un rumbo por el cual embarcarnos en los ideales republicanos no se ha cumplido ni ápice de las promesas de campaña.
El sucesor interino que no electo, debe de ser aquel apto para desenmarañar dudas, resentimientos y desconcierto de los electores que se sienten en zozobra por los magros o nulos resultados de los ineficientes servidores públicos. Debe de ser un “político” que concerté con todas las fuerzas políticas y económicas de la entidad, que muestre congruencia cívica y no palabras huecas para oídos sordos.
Se nos ha mencionado hasta el cansancio que el gobierno de la entidad está en la total quiebra a razón de la administración pasada, pero entonces si así lo fuera, porque no se han girado órdenes de aprensión a los involucrados sobre el semejante hurto a las arcas del Estado.
Pero haciendo una remembranza de los hechos positivos es que no existen hechos por increíble que parezca no hay obras inauguradas, ni proyectos sociales, y mucho menos de infraestructura, pero si existe ingobernabilidad, guardias comunitarios, inseguridad que en Michoacán ha crecido a cifras imperdonables, secuestrados por la violencia estamos en un Estado Fallido, sin derecho.
No existe inversión ni nacional ni extranjera, ni directa ni indirecta, se acabó la panacea del Puerto de Lázaro Cárdenas en la que se mencionó como pilar del desarrollo, nos encontramos entre las tres entidades más pobres de la nación por detrás de Chiapas, Oaxaca y Guerrero estados en los que en los últimos años han tenido un súbito avance, pero nosotros hemos decrecido en todos los rubros incluso por debajo de la media nacional en competitividad, confianza de consumidor, poder adquisitivo, turismo, empleo, productividad y crecido en pobreza, inseguridad, narcotráfico, corrupción, migración ya no tan solo de mano de obra, sino también de gente preparada que por no encontrar condiciones cambian de residencia.
El interino gobierno debe de meter manos a la obra para dar certeza jurídica y garante de los derechos individuales plasmados en la carta magna hecho por demás limitado en nuestro Estado por la delincuencia organizada que ha ganado la lucha en nuestra entidad. Mano dura, decisiones de peso, cambio de rumbo. Las elecciones están próximas y las cuantas que se darán a la ciudadanía están por ahora en números rojos.
En si al gobernador en turno le espera un panorama sombrío y desolador en el que no mucho se pude hacer, faltando tan poco para el fin del periodo constitucional, sin embargo la Espada de Damocles penderá siempre sobre este mal logrado gobierno.
Articulista: Ethan Max
