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Por la izquierda, entre PRD y MORENA, ni para donde hacerse

 

Es evidente que la izquierda mexicana atraviesa una de sus peores crisis y que durante las próximas semanas y meses habrán de darse acontecimientos que determinarán su futuro inmediato. Son dos, desde mi punto de vista, los que revisten singular importancia: el ya muy cercano Congreso Nacional del PRD y la constitución de MORENA como partido político.

De la manera en que se ha venido conformando el cuerpo de delegados del PRD para su congreso y las propuestas de reforma a sus documentos básicos, podemos hacer valiosas inferencias, lo mismo decimos de la forma en que se ha constituido las dirigencias estatales y nacional de MORENA y los proyectos de documentos básicos que se proponen para la discusión.

En el caso del PRD todo parece indicar que por inercia seguirá avanzando en su descomposición, prueba de ello es que quienes serán delegados al Congreso son abrumadoramente miembros de las tribus que han hegemonizado al partido, poco tuvimos que hacer en la elección de congresistas aquellos que no pertenecíamos a alguna de  las llamadas corrientes, y es de esperarse que las determinaciones que se tomen no serán fruto del debate y la confrontación de las ideas sino de las consignas y los pactos cupulares. La indefinición ideológica, la falta de claridad programática, la ausencia de vida orgánica, el desprestigio ante la población, las conductas que éticamente contravienen su identidad de izquierda y la entronización de una oligarquía en la dirección real del partido seguirán marcando la vida del PRD, con un agregado el de que ahora se tratará de ser una izquierda light y con buen look que guste y complazca a la derecha.

Respecto a MORENA cada día queda más claro que éste será un partido con dueño y que ese es AMLO, la conformación de los órganos de dirección del futuro partido y señaladamente la forma en que fue electo  su dirigente nacional  formal que no real, Martí Batres, así lo demuestra. A pesar de que reconocidas personalidades de la política e intelectuales de renombre han manifestado su adhesión a MORENA, no se ve quién pueda contravenir una decisión de Andrés Manuel por absurda que esta fuese.

En lo que se refiere a los documentos básicos, por reformarse en el PRD y fundacionales para MORENA, no se advierte en ninguno de los dos casos un marco teórico coherente sino ideas sueltas, retazos de ideología, conceptos que se antagonizan entre sí, la fraseología de los principales liderazgos, más evidente lo último en el caso de MORENA, son común  denominador en las declaraciones de principios. Basta señalar, en el caso de la del PRD el que se deje de referirse a él como un partido de izquierda y se cambié el término por del de centro izquierda, lo cual es irrelevante si no se define claramente a que nos referimos concretamente  con cualquiera de las dos definiciones,   tanto desde el plano normativo y teórico o sea el que se refiere a los principios y valores que sustentan el término y el empírico que tiene que ver con como se aplicaría en la práctica.

Hay otro asunto por revisar, el de la posibilidad de que MORENA y el PRD, junto con el PT y MC puedan en un futuro próximo hacer un frente común y participar unidos en los planos legislativo y electoral y en la lucha social. Es evidente que pese a los buenos deseos de algunos, la marcha de los últimos acontecimientos contradice abiertamente esta posición, en concreto la firma del llamado “Pacto por México”, mientras la corriente hegemónica del PRD piensa que puede pactar cualquier cosa en lo oscurito con el gobierno entrante olvidando que el primer pacto debe darse entre las diversas tribus que conforman el partido, en el lado de MORENA persiste la actitud de confrontar permanentemente todo lo que provenga del enemigo político así sean propuestas que coincidan plenamente con aquello por lo que se ha luchado.

Por otro lado es evidente que no ha habido mayores desmembramientos en el PRD por que hay grupos e individuos que solo darán el salto hacia MORENA cuando éste movimiento sea un partido hecho y derecho con todas las prebendas que ello implica, en ese momento emigrarán llevando consigo todos los vicios y la forma de hacer política del PRD, lo primero que exigirán serán sus respectivas cuotas.

Desde mi óptica, muy particular, PRD y MORENA están condenados a confrontarse al menos en una primera etapa por tres razones que son:

1.- Una buena parte de quienes hoy conforman MORENA y de quienes abandonaran el PRD para unírseles, discrepan abiertamente con las corrientes que hoy hegemonizan a éste último.

2.- Uno y otro partidos luchan por el mismo espacio político, la misma militancia, los mismos simpatizantes y los mismos indecisos y en esas condiciones:

3.- Solo mediante la lucha abierta, sobre todo en el terreno electoral,  podrá definirse quién es el que a final de cuentas queda como la principal fuerza representativa de la izquierda en la arena política nacional en torno a la cual, ahora si, se aglutinaran el resto de las expresiones de éste signo.

En vista de lo anterior es difícil que saber sucederá con los que hoy, pese a denominarnos de izquierda y militar aún en alguna de sus expresiones, no cabemos ni en el esquema del partido de tribus ni en el de un solo hombre y en los hechos nos encontramos al margen y sin posibilidades de participación, algo decidiremos a final de cuentas, algún camino habremos de encontrar pero de momento “ni para donde hacerse”.

Articulista: Dr. Rafael García Tinajero Pérez.

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