México a discusión

(120712)Hoy en punto de las seis de la tarde el movimiento de izquierda Coalición Movimiento Progresista dará a conocer ante los ojos de la nación, el rumbo que siguen las elecciones y, sobre todo, la trampa hecha por el PRI en materia de comicios.

Hoy este partido ha buscado la conciliación a través de tres puntos en el que se convoca a las organizaciones ajenas a un pacto de tres puntos: 1) La creación de la Comisión Nacional Anticorrupción, como un órgano autónomo con facultades de sanción; 2) La ampliación de la transparencia de todos los órdenes de gobierno y de los Poderes de la Unión, dotando de competencia al IFAI; y 3) La creación de una instancia ciudadana y autónoma que supervise la contratación de publicidad entre  gobiernos y medios de comunicación.

Aceptarlo sería tanto como admitir que la elección del primero de julio fue lo suficientemente ejemplar, o debidamente ordenada, como para poder considerarla una elección transparente, modelo. El día de hoy por la tarde habrá de conocerse ante toda la nación las pruebas que aporta la dirigencia nacional de este movimiento y que son, sin lugar a duda, el pasamontañas de que tira el priismo nacional para intentar un triunfo que no está del todo claro.

Inclusive esta visión de los comicios, afectada por la razón de ser de una elección mal diseñada y calculada, concurre la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional. Gustavo Madero, el líder de este partido, ha dejado entrever que hay una posible coordinación con el Partido de la Revolución Democrática que acarree las pruebas concretas que demuestren una violación priista a la voluntad de los electores.

Por eso no se puede decir que las acciones propuestas por el presumible ganador de esta contienda electoral, -asunto que no se puede mencionar de forma viable y posible-, deben considerarse con toda seriedad como el recuento pendiente y democracia fallida. Es obvio que habrá no pocas impugnaciones al proceso electoral, y que estos daños a la democracia deben tomarse en cuenta y hacer de estas elecciones un asunto de juego limpio. Quien nos ve, quien nos observa como mexicanos, -en los principales países europeos se tiene esa impresión-, nuestro país quedaría como dentro de una nueva forma de ilegalidad, de falta de transparencia, de trampa. No fincaríamos una transición sino un desencuentro.