Cherán

Hace unos días alertamos sobre el polvorín sobre los que están asentados los vastos y fértiles recursos forestales en la comunidad de Cherán. Esta población ha emprendido desde hace varios meses una ejemplar defensa de estas tierras, asediadas por la codicia de los grupos criminales quieren no solamente los recursos maderables, sino también el cambio de uso de suelo para destinarlo a la siembra de estupefacientes.

Han bastado unas cuantas semanas del nuevo gobierno para que el problema se les salga de las manos. Ante el macabro saldo de ocho ciudadanos asesinados, se suma una nueva movilización que ha llevado a los comuneros a retener por la fuerza a policías y funcionarios del gobierno de Fausto Vallejo Figueroa.

En la administración anterior, se tomó la determinación de  enviar  efectivos policiacos para que patrullaran la zona. La relación del ejecutivo con los comuneros fue siempre de respeto, aún cuando el diálogo fuera difícil, como sucedió en un encuentro propiciado por un diario local. Es decir, se llegaron a acuerdos y se logró frenar la violencia que asolaba a la zona. Hoy la situación es totalmente distinta, y observamos a un gobierno que no sabe cómo enfrentar el problema.

No basta con iniciar las averiguaciones. Lo sucedido en Cherán es tan grave que no habíamos visto tal despliegue de violencia ni tal número de víctimas. Hoy la comunidad está en pie de lucha y tal pareciera que no existe la posibilidad para encontrarle salida a este conflicto.

Por otra parte habría que preguntarse si el gobierno del estado ha pedido  al gobierno federal el envío de efectivos policiacos o militares, pues la situación lo exige. Es obvio que los grupos delincuenciales no quitarán el dedo del renglón y seguirán codiciando los recursos forestales de la zona, por un lado, y por el otro que los habitantes de Cherán  no están dispuestos a dejarse despojar. Nos hallamos ante un callejón sin salida, un problema de gobernabilidad que la administración debe tomar por las riendas a la menor brevedad posible. La tranquilidad de los michoacanos así lo exige.