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Artículo de Fondo, Por Antonio Tenorio Adame (03-VII-2020).- La fiesta de Morena sigue sin parar, la celebración ilusiona los avances logrados, todo gira en torno al tema electoral, se ganó ayer, se ganará mañana. Entre los romanos la política la decidía la Diosa fortuna: ella amparaba al Emperador; hoy y aquí se decide en la urnas. Bien se sabe que el Poder ni se conquista ni se retiene con porras y festejos.
Los comentarios mediáticos (conservadores) perciben un repliegue de AMLO para protegerse bajo el amparo del imaginario simbólico: el Informe de la celebración del Segundo año del triunfo se celebra en el Salón de Plenos del Congreso donde sesionó hasta 1867, donde se discutió y aprobó la Constitución de 1857 por la que fue la mejor de las Legislaturas mexicanas de todos los tiempos. ¿cierto o falso?.
El mensaje del titular del Poder Ejecutivo, no obstante, dispone de contenido económico, en especial las cifras de pérdida de empleo, donde reconoce los vuelcos de la adversidad. No ocurre igual en el examen de la salud, en tanto en el rubro de la seguridad se allana a la moderación de un inicio de descender su tendencia.
A pesar de brindar información de la realidad social, el tema electoral es dominante: se propone otorgar seguridad ante la amenaza de un fraude electoral, lo que es captado por sus adversarios como injerencia, ataque a la ciudadanización del INE, mientras que el sector de Morena reconoce que es la primera vez que la autoridad no solo es ajeno al fraude sino se compromete a castigarlo.
Celebrar resultados electorales reviste como Jano dos caras al pasado y al futuro, donde priva el interés por lo que aún no ocurre como factor de dependencia de retener y continuar ejerciendo el poder. Por lo menos dos temas deberían privar en el discursos celebrativo, la arquitectura de las elecciones del 21 y la relación con los Estados Unidos, desplegado en su doble vertiente, el inicio del Covenio TMEC con su respectivo encuentro en la Casa Blanca de AMLO con Trump. ¿Viaje maldito?
Un factor que debe tomarse en consideración es el relativo a las encuestas cuyos resultados favorecen aún; se mantienen las lealtades aunque no en sus niveles de aprobación anterior. Se registran ajustes, el nivel de liderazgo es el menos afectado, en cuanto las lealtades en las bases de Morena se ven menguados. Es natural en todo organismo de gobierno, pues el Poder desgasta, y más si este es resultado de una alianza imprevista donde no existen reglas de formación de gobierno, por tanto no hay un punto de arribo donde se ajustan y se cubren las cuentas de ganar las elecciones. Luego, comenzar otra etapa con alianzas diferentes para la formación de gobierno. Las alianzas de campaña no son necesariamente las mismas que las alianzas para formar gobierno. De ahí el conflicto en la designación del Comité Nacional de Morena, se presenta un desgarramiento en lugar de un acuerdo de reconocimiento y nueva directiva. Ese conflicto es un rezago, una falta de acuerdo orgánico,
¿TODAVIA HAY SEXENIO?
Algunos comentaristas evalúan el Primer tercio del sexenio como el preventivo de organizar los cambios prioritarios de la obra de gobierno, son los dos años de transición del anterior gobierno que es desplazado sin rupturas al tiempo que se capacita y experimenta el nuevo gabinete, luego la siguiente bi anualidad se desempeña la obra singular o magna de la administración, así los restantes años son de repliegue para la entrega.
AMLO rompió la velocidad de la luz al señalar que el Tren Maya debe estar construido el 2023, porque así nadie lo va parar o destruir, esa cuenta apresurada muestra la preocupación central del hombre que puso fin a la corrupción bipartidista PRIAN. El sexenio Morena en tiempo real se dimensiona en cuatrienio por razones de seguridad ante una adversidad electoral.
¿Tiene o no razón AMLO?, dentro de la normalidad tradicional peca de exceso cuando le queda holgado a una bi-anualidad de fines de gran lustre, pero en términos de la normalidad Covid 19, resultó previsor al determinar que los 18 meses de Administración fueron convenientemente aplicados de otra manera al sexenio de la extinción de la corrupción, no garantizaría la memoria de la obra pública ni la derrama en los apoyos sociales.
Esa es la criticada obra de Morena aplicada con una agravada política de austeridad, donde la baja renta nacional, el reajuste del gasto, muestran el costo político de las finanzas públicas.
LA CAMPAÑA POR EL CONGRESO
El próximo año 2021 es un año decisorio: se redefine la Cámara de diputados, 15 gubernaturas y 3300 cargos de elección. En la tradición política se definía el carácter del gobierno en turno.
Las campañas electorales se ordenan por la importancia de su contenido ideológico administrativo y por su nivel eficiente de propaganda, En cuanto al primero, con posibilidad de examinarlo, se fundamenta en tres ejes principales, los estragos de salud por el covid 19, el vacío de la desarticulación económica, y la renovación del TMEC a la par de la visita de AMLO a la Casa Blanca. Ese triángulo define el orden del contenido de discurso de campaña 2021, con el se gana o se pierde.
Desglosar el Triangulo 21 permite atisbar su contenido y sugerir su tratamiento:
A). El covid 19 equivale a una analogía con el horizonte de una guerra, con la salvedad de que con el horror del contagio solo hay derrotados. El estado de desahucio emocional extremo requiere el discurso del reto desde la tragedia, a manera de Churchill, “solo ofrezco sangre, sudor y lagrimas”. Un discurso desgarrador pero respetuoso. La tragedia sería mayor si la corrupción no se hubiera extirpado a tiempo.
B). La economía responde a los comportamientos del mercado, y no depende de los términos de un decreto. El papel de la administración pública ha sido rescatar los recursos de un manejo perverso, pero el nivel de la renta fiscal es insuficiente en relación con el valor del Producto Nacional, y en el presente se hace más porque el Estado ha recuperado su poder de aplicación honesta de sus recursos con niveles de inversión publica que no son correpondidos por la inversión privada por la degradación impuesta por el flagelo de la pandemia.
La importancia del gasto social que implementa el Estado tiene en las actuales condiciones económicas un valor indudable en cuanto alienta; estimula el consumo como vía de recuperación de la actividad económica y en especial la creación de empleos.
El discurso de Morena estará enmarcado dentro de la racionalidad de los daños del flagelo de salud pero a la vez de la capacidad de la sociedad para sobresanar sus daños por medio de mejorar la administración pública y abrir espacios a la inversión privada.
C). La puesta en marcha del TMEC es de gran significado para la recuperación económica y lograr restablecer las plazas de trabajo bien remunerado. El objetivo de Morena es mejorar la relación laboral que se refleje en términos de la Masa salarial con respecto a la correspondiente al capital. En relación a los aumentos al Salario mínimo, su asignación universal son muestra de un nuevo concepto de integración económica superando la simple asimilación.
Desde luego que el TMEC contiene el inconveniente de su localización regional al situarse como un región privilegiada frente a la región sur que se submerge en la postración y marginación; son dos México que de profundizar sus desigualdades llegarían en algún momento al desprendimiento.
Para evitar los dos Méxicos confrontados o alejados, es necesario la integración del sur hacia Mesoamérica, donde los elementos de integración no son los estímulos de salario sino los de la migración que hagan posible un aprovechamiento del espacio territorial y cultural con las formas combinadas de empleo rural con producción agrícola comercial de rendimiento.
La visita de AMLO a la Casa Blanca no es obligadamente una rendición de banderas, sino es factible convencer de necesario un dialogo de pensar una Nueva América, como alguna vez llegara a considerarla Abraham Lincoln al estimar que Mesoamérica fuera refugio de los estadounidenses de color que habían roto su condición de esclavos.
