Columna «Sendero Político», Por José Cruz delgado (29-XII-16).- Resulta que el gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, está acusado por sindicalistas de la entidad de usar un helicóptero oficial para asistir a la fiesta de XV años de Rubí Ibarra García, evento totalmente ajeno a sus labores como mandatario. Exactamente lo mismo por lo que fue cesado David Korenfeld como titular de Conagua, en abril del 2015. Pero la contraloría del estado no ha abierto ninguna averiguación al respecto.
El Bronco castiga presupuesto ambiental
Rápido resbaló el independiente y bronco gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, quien apenas en noviembre fijó como una de sus prioridades el cuidado al medio ambiente. Y es que en el presupuesto para 2017, recortó casi 20 por ciento los recursos a la protección ambiental y en cambio aumentó casi 30 por ciento el gasto en la Secretaría de Gobierno.
Anaya deja esperando a los 18
Así que el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, de plano no piensa atender el ultimátum de los 18 panistas que le exigieron en una carta definir, antes de que termine el año, si va por la candidatura presidencial del partido o se queda como dirigente nacional. Faltan sólo tres días para que acabe este 2016 y no se ve ni la más mínima señal de que Anaya les vaya a responder.
El gasolinazo
Cierto: el aumento al precio de la gasolina permitirá que, por primera vez, comience aquí la competencia en el mercado que tanto se elogia que exista, por ejemplo, en Estados Unidos. Y, como allá, las gasolineras darán descuentos contra su propio margen en los precios que ofrecen.
Desde el punto de vista del mercado, esto se puede entender porque así funciona. Lo que resulta difícil de comprender son dos cuestiones:
1.- Que el actual gasolinazo haya coincidido con un desabasto de combustible en las estaciones despachadoras, sin antecedentes en los últimos tiempos, con filas extensas de coches y personas con envases plásticos.
2.- Que el actual gasolinazo exponga de manera fehaciente al Presidente, una de cuyas banderas para promover su gobierno ha sido justo la promesa de que no habría aumentos de precios a la gasolina.
Porque la explicación oficial al desabasto es pueril: que es provocado por la presencia de tomas clandestinas, lo cual disminuye la presión en la red de distribución de combustible y causa que de manera automática se cierren las válvulas.
¡Por favor! Las tomas clandestinas son parte de nuestro paisaje desde hace muchísimo tiempo. ¿Entonces por qué no ha habido desabasto antes? El argumento no es creíble y, en todo caso, nos ubica como un país en el que no hay gasolina porque se la roban y el Estado es incapaz de impedirlo.
Por supuesto que el robo sí se puede combatir y, en la amplia mayoría de los casos erradicarlo. En cambio, era previsible hasta para economistas de cuarta categoría que resulta imposible para el Estado mexicano mantener estables los precios a la gasolina.
De ahí que el Presidente nunca debió ser tajante en su promesa de que no habría más gasolinazos, como el 4 de enero del 2015, cuando dijo: “Gracias a la Reforma Hacendaria, por primera vez en 5 años, ya no habrá incrementos mensuales a los precios de la gasolina, diésel y gas LP”.
Bandera electoral regaló a la oposición la responsabilidad del Gobierno Federal en materia económica, al ajustar los precios de las gasolinas, a partir del 1 de enero de 2017, y deja al PRI, y a sus eventuales candidatos, a merced de las campañas negativas que ya echaron a andar sus oponentes políticos, como Morena y el PAN.
Porque más allá de que se acepte como una medida necesaria para el buen funcionamiento de la economía, ante el difícil entorno internacional, lo que va ganando terreno es la percepción de que los incrementos de hasta 20 por ciento en el combustible son una mentira del Presidente Enrique Peña, quien el 4 de enero de 2015, en un mensaje de año nuevo, anunció que “ya no habrá gasolinazos”.
Una decisión difícil tomó el Gobierno Federal, toda vez que 2017 se disputan las gubernaturas del Estado de México, Coahuila y Nayarit, y sobre todo, es la antesala de la elección presidencial de 2018.
Además, coloca a la Reforma Energética, la reina de las reformas, en una posición cuestionable, pues ésta fue vendida con la promesa de que bajarían los precios de los energéticos y combustibles. De hecho, el puntero en las encuestas, AMLO, ya aprovecha esa vulnerabilidad en la que se dejó a la reforma con el aumento a las gasolinas:
“Peña de nuevo miente, se incrementa el precio de las gasolinas, se afecta la economía popular y se va a desatar por completo la carestía, la inflación. Hay que tener en cuenta, no dejar pasar el oportunismo y la hipocresía de los panistas que ahora están protestando cuando ellos apoyaron a Peña, ellos aprobaron la Reforma Energética para que la industria eléctrica y la industria petrolera pasara a manos de particulares, para que se hicieran jugosos negocios al amparo del poder”, dice en un video que empezó a circular ayer.
“El PRI con su pluralidad es muy fuerte, pero el PRI, plural y unido, es simplemente invencible”, dijo hace poco Enrique Ochoa Reza, hablaba el líder tricolor de la contienda por la gubernatura del Estado de México. Pluralidad y unidad, dos condiciones harto difíciles de lograr de cara al 2017.
Gasolinazos. Las gasolinas subirán de precio a partir del 1 de enero, por más explicaciones que el secretario de Hacienda nos dé sobre la competitividad internacional que subsiste para el país en materia de precios internacionales y la explicación de que ahora ya no es el gobierno quien decide el precio, este golpe a los bolsillos de los mexicanos no tiene razonamiento suficiente que aplaque el malestar social que despierta desde ya.
No hay unanimidad posible, ni dentro del PRI ni fuera de él que construya un discurso frente al enojo social, ahí la pluralidad rayará en la fractura.
¿Unidad? Y Ochoa Reza sabe lo que ocurre fuera del discurso partidista. Se habla de un grupo de mujeres priistas que va desde Beatriz Paredes, María de los Ángeles Moreno hasta la exprocuradora del consumidor y contendiente derrotada en Aguascalientes, Lorena Martínez, como asistentes a una comida organizada para delinear el llamado “cuarto polo” que impulsa Dante Delgado de MC para apoyar a Miguel Mancera como el abanderado sin partido para el 2018.
Nutridos grupos priistas que fueron fracción en algunas legislaturas pasadas se reúnen periódicamente para analizar y proponer líneas políticas nacionalistas, cuadros destacados que han sido desterrados por el eje Toluca-Pachuca de cargos y posiciones de poder. La Re-na-ta (reserva nacional de talentos) del PRI se nutre y crece en membresía, trabaja al tiempo que señala al primer círculo del Presidente de aislamiento y discriminación.
Manlio Fabio Beltrones, último líder del PRI independiente a los “hombres del presidente”, empuja con insistencia la idea de un gobierno de coalición como la salida más cercana a los problemas por falta de representatividad y contrapesos en gobiernos que emanan de minorías y que, sobre la marcha, se reducen a plutocracias partidistas. La idea del sonorense está atorada, no se le ve ruta legislativa pero permea entre círculos concéntricos al poder.
La vieja nomenclatura tricolor sobreviviente, caciques sindicales y feudales, recibe mantenimiento financiero y político, algunas candidaturas y manga ancha en presupuestos, canonjías y tolerancia vía fideicomisos inexpugnables sin embargo, esa vieja y joven gerontocracia aporta cada vez menos control, garantiza nada.
El PRI es hoy, y no se ve cómo cambie eso, un instrumento del Presidente Peña Nieto y de su consejero, Luis Videgaray, para caminar hacia una alianza tácita con parte del panismo afín a Felipe Calderón para detener a López Obrador en su tercer embate. De ahí al “invencible” que sueña Enrique Ochoa, hay un trecho largo y complejo.