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29 de septiembre, 2015 — La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó alarma por la escalada de tensión en Jerusalén Oriental y Cisjordania y urgió a las partes a actuar con moderación y a tomar medidas que restablezcan la calma.
Las autoridades de Israel impusieron una serie de restricciones para el acceso al complejo Al Aqsa, en la explanada de las Mezquitas de Jerusalén Oriental, donde muchos palestinos acuden a la oración, lo que ha dado lugar a enfrentamientos violentos entre estos y las fuerzas israelíes.
El portavoz en Ginebra de esa Oficina, Rupert Colville, citó con preocupación los informes recientes de uso excesivo de la fuerza por parte de Israel contra los palestinos que protestan por las medidas en Jerusalén Oriental.
Colville llamó a la contención luego de que Israel anunciara este domingo que autorizaba el uso de municiones reales en Jerusalén Oriental.
“Cualquier uso letal de la fuerza puede exacerbar el ciclo de violencia e inflamar aún más la situación de por sí tensa. También nos preocupan las denuncias de uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes por parte de la policía palestina en Belén el viernes pasado”, dijo el portavoz.
En este sentido, acogió con beneplácito la investigación de estos hechos anunciada por el gobierno del Estado de Palestina.
Colville recordó a las autoridades palestinas e israelíes su deber de garantizar la rendición de cuentas siempre que haya abuso de la fuerza.
