Mientras que el Gobierno de Fausto Vallejo gasta miles de pesos invirtiendo en publicidad y acuerdos con tiendas comerciales departamentales para que el Estado sea «imagen» de sus catálogos de ropa, la realidad que se vive y padece Michoacán -tierra de nadie- es totalmente diferente a lo que los funcionarios dicen que es.
Durante meses se ha tenido una fuerte «campaña» para invitar a turistas nacionales y extranjeros a visitar el Estado, de hecho, el Gobernador Vallejo Figueroa, por medio de redes sociales dio la bienvenida a todos los turistas que visiten Michoacán y recuerden que viajó a El Vaticano, con cerca de 100 acompañantes, para invitar a los empresarios italianos a visitar nuestro Estado..
Los índices de violencia son sumamente fuertes en este momento, a pesar de que las autoridades procuren guardar silencio, basta con ir un día a las afueras del ministerio público a levantar un censo del tipo de querella a presentarse y nos daríamos cuenta realmente de la situación que guarda solamente nuestra ciudad, faltaría calcular lo referente al interior de la entidad.
La carencia de lógica en el gobierno faustista es inminente, ya se ha visto desde sus inicios que no dan para más y que al contrario, van en decremento desafortunadamente ; el hecho de insistir en promover a Michoacán a como de lugar para que venga el turismo tanto a nuestra ciudad como al interior, solo hace pensar que Roberto Monroy y Fausto Vallejo han recibido «peticiones» de los empresarios michoacanos hoteleros para que el negocio no se les baje, pues existen compromisos muy fuertes entre ellos, los mismos funcionarios de la administración estatal y municipal de Morelia y otras ciudades «turísticas» de Michoacán son parte del «gobierno de todos» , he ahí el interés porque lleguen huéspedes, de otro modo, sus changarros se les vienen abajo.
Es menester de los gobernantes procurar la calma y seguridad necesaria para los turistas, si lo que se desea es fomentar el turismo, primero hay que acabar con la delincuencia, o al menos, tenerla controlada. Aquí en Michoacán ya se vio que les es imposible , pues tuvieron que traer fuerzas federales, quienes tampoco «cantan mal » las rancheras, pregúntenle a los apatzinguenses.
Mientras los funcionarios gubernamentales y a la vez hoteleros se preocupan por llenar sus «negocios» , los incautos turistas que han confiado en ellos se irán sumamente desilusionados, convencidos de que a Michoacán no hay que volver… por muchos catálogos de ropa de tiendas «finas» , comerciales de TV, inserciones en periódicos y revistas, los que quieran venir, primero se han de informar, pues es sumamente doloroso hasta para nosotros como michoacanos, saber de turistas que padecen el viacrucis por su visita fomentada irresponsablemente. Luego no quieren que digan que Michoacán es peligroso…ahí están las pruebas !