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Por Gerardo Espinosa.- Al ser uno de los territorios en disputa por las organizaciones del crimen organizado, Michoacán es una de las nueve entidades que forman parte de «los bueyes que jalan la carreta» de la violencia, de los registros de muertes dolosas y con mayor impunidad en México, destacó el representante en México de la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Javier Hernández Valencia.
El funcionario de la ONU destacó que en México son nueve las entidades que padecen los mayores indicadores homicidios dolosos, violación a los derechos humanos, mayores casos de impunidad y de falta de retribución de justicia a las víctimas por parte de las instituciones de procuración e impartición de justicia en el estado.
Agregó que el incremento de la violación de los Derechos Humanos en México es motivo de preocupación del organismo mundial, debido a que nuestro país ya forma parte de las naciones del hemisferio latinoamericano en el cual ha crecido el índice de homicidios dolosos, al registrarse un indicador de 25 muertes violentas por cada 100 mil habitantes, solamente por debajo de Honduras, con 74 por cada 100 mil
y Colombia de 34, en lo que es el contexto de la América Latina.
Hernández Valencia, aseguró que un diagnóstico realizado por la ONU Michoacán se ubica dentro de los estados del país más violentos y
enfatizó que el organismo está efectuado un diagnóstico y un análisis sobre la urgencia de fortalecer las tareas en el tema de seguridad pública que se tienen que atender en el estado.
Respecto al surgimiento de policías comunitarias en las poblaciones indígenas para defender sus recursos naturales y a sus habitantes,
Javier Hernández señaló que el tema abre un debate al interior de los niveles de gobierno y las instituciones de justicia, toda vez que la
ONU observa como viable que las comunidades indígenas cuenten con una ronda comunal para defender su patrimonio, lo cual forma parte de sus usos y costumbres, pero advirtió que el modelo no se puede replicar en otros sectores sociales, ya que podría dar pie al surgimiento de grupos paramilitares que incentivarían el espiral de violencia en el país.
