Consignas y bazares

Jimena Quintana.-

El corredor Paseo Reforma ha sido uno de los lugares que por excelencia ha  sido utilizado para diversas manifestaciones.  Dichas manifestaciones pueden ser de júbilo –por que la selección de futbol ganó algún encuentro o por celebración del día de la independencia, por ejemplo- o bien por que a algún sector no le han sido cumplidas sus demandas.  En todos esos casos las personas se apoderan de un espacio –que es suyo- y expresan cualquiera que sea su idea. Por supuesto siempre hay descontento por las incomodidades que ocasionan expresiones como éstas -cierre de  calles, actos vandálicos, retraso en el transporte público, etc.-  pero eso no ha impedido que la gente siga saliendo a las calles.

Este sábado 07 de julio se llevo a cabo una manifestación más -de las diversas que ha habido en la capital y en todo el país-  para expresar el descontento por el presunto regreso del PRI a la presidencia a través de Enrique Peña Nieto.  La marcha comenzó a las 3 de la tarde en el ángel de la independencia para partir hacia la plancha del Zócalo. A diferencia de otras marchas, ésta fue prácticamente espontánea y no fue organizada por algún movimiento en particular. La cita era a las tres de la tarde, pero desde algunas horas

 antes se podía ver a círculos de jóvenes haciendo sus pancartas con plumones y cartulinas. Muchas de las pancartas estaban escritas en diversos idiomas: inglés, portugués, alemán francés e italiano,

pues iban dirigidos a la prensa internacional que ha seguido estas movilizaciones. La mayoría de los participantes eran jóvenes, pero los adultos mayores que asistieron lo hacían con mucho entusiasmo. Durante la marcha un señor llevaba dos bolsas de plástico en las que iba depositando la basura que encontraba en su camino mientras seguía gritando con ahínco. Algunos seguimos su ejemplo y nos pusimos a recoger la basura de las calles. “anonymous lo dijo, que debíamos levantar la basura para hacer una manifestación más propositiva, no fue idea mía”- dijo el señor.

Después de varios minutos llegamos a la plancha del zócalo, estaba prácticamente llena y la gente seguía llegando. Muchos se quedaron y se movilizaron a una de las calles aledañas en las que se llevaba a cabo la boda de un artista de televisa, para demandar que la noticia se encontraba en el zócalo y no en un evento que es la representación de la sedación en la que estamos inmersos.

Entre los diversos comentarios respecto a las marchas, uno de los más comunes es sobre la practicidad de las mismas. “las marchas no son de hoy, han existido durante mucho tiempo y nunca han

cambiado nada”-se lee en muchos muros de redes sociales y se escucha en las pláticas de gente “adulta”.  Lo cierto es que yo, personalmente, no salgo pensando en que con eso se va a frenar algo o cambiar algo,  pero es la manera que tengo de expresar -a viva voz- mi inconformidad a todos los que quieren escucharme, nacionales e internacionales.

El fin de semana el centro cultural Jesús Reyes Heroles fue sede de una de las ediciones del itinerante Bazar Fusión. Este bazar pone a la disposición del público diseño mexicano independiente y de calidad. Este proyecto tiene su inicio a finales del 2003, con 5 diseñadores que en la sala de una casa comenzaron a exhibir y a vender sus productos. Ahora, el bazar cuenta con más infraestructura y con la participación de más de 80 diseñadores y artistas.

Durante tres días podías pasear por este magnífico centro cultural que cuenta con un maravilloso jardín y un estilo colonial acompañado de los puestos que te presentaban bolsas multicolores, ropa con diseños exclusivos e innovadores, zapatos cómodos y únicos, impermeables de gran utilidad para esta temporada de lluvias, accesorios muy originales, joyería de plata y otros materiales como estambre, libretas, portarretratos, muebles, lámparas, etc.

La idea principal es difundir el diseño, el arte -que supuestamente es mexicano- independiente y novedoso.  Apoyar a microempresarios llevándote un objeto que pudiera ser único, o al menos no muy difundido, además de acercarte con las corrientes creativas.

La mayoría de los participantes son de origen extranjero, sin embargo ellos radican aquí y sus creaciones son inspiradas en la cultura mexicana. Algunos trabajan con talleres que dan trabajo a muchos artesanos, ellos sí, cien porciento mexicanos.

Los costos no son accesibles pero sí razonables. En algunas prendas puedes ver las horas de trabajo que se requirieron para hacer esa pieza y el nombre del creador. Con esos datos uno fácilmente puede valorar el costo de esa obra sin igual.

Debido a los costos y al tema el bazar es visitado por un sector muy específico, pero es una gran idea para que los todos los productores –cualquiera que sea su artículo- se reúnan y den a conocer de manera divertida sus productos. De esta manera se impulsa lo hecho en México. Cuando en el mercado común se  encuentran cosas tan repetitivas y aburridas, este bazar es sin duda refrescante para todos aquellos que están en búsqueda de lo novedoso y lo especial.