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CDMX, 01 de febrero del 2024.- La oferta de tomate seguirá presionado al menos hasta finales de febrero, situación que empezó a sentirse desde diciembre del 2023, en gran medida por las bajas temperaturas, sobre todo en los cultivos de cielo abierto, lo que ha limitado su distribución en los centros de abasto. En una revisión del Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas (GCMA), su director general, Juan Carlos Anaya, explicó que si bien 2023 cerró con una producción mayor a la de 2022, ésta no ha sido suficiente para abastecer el mercado nacional, a lo que se suma que “las exportaciones representan el 55.8%, lo que trae como consecuencia una menor oferta al mercado local”.
El pasado lunes el INEGI dio a conocer el dato de la inflación para la primera quincena del año, en donde el precio del jitomate fue uno de los productos que más se incrementó con 54.24% en comparación con el mismo periodo del 2022. Al respecto Juan Carlos Anaya sostuvo que han estado monitoreando los precios al productor entre enero 2023 al mismo periodo de 2024 y han reportado incrementos de hasta 172%, pues pasaron de 5.52 pesos kilo a 15 pesos; mientras que los precios al consumidor aumentaron de 32.93 pesos el kilo a 55.49 el kilo, lo que representa un 68 por ciento.
“Lo que hemos observado es que en la cadena del jitomate el precio que más ha crecido en el mercado es el referente al medio mayoreo que creció en el orden de 334”, indicó Anaya. Una de las razones de este comportamiento, dijo, es que los altos precios “son causados por una menor oferta al mercado nacional y al incremento de los márgenes a lo largo de la cadena”.
GCMA ha proyectado que será hasta finales de febrero o marzo cuando empiece a revertir el abasto al mercado interno, y en consecuencia a reflejarse en un menor costo para el consumidor. Este primer mes del año se caracteriza por ser el de mayor exportación, sobre todo a EU, y ello ha limitado el consumo interno.
Con información de El Economista
