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05 de enero del 2024.- Israel no gobernará la Franja de Gaza una vez que haya concluido la guerra contra el grupo islamista Hamás, sino que lo hará una institución palestina, ha asegurado el Ministerio de Defensa israelí, contradiciendo las declaraciones del primer ministro, Benjamín Netanyahu, en la que aseguraba que «no tenía intención» de entregar el control de la zona a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de Mahmud Abás.
«Hamás no gobernará Gaza, Israel no gobernará a los civiles de Gaza. Los residentes de Gaza son palestinos, por lo que organismos palestinos estarán a cargo, con la condición de que no haya acciones hostiles o amenazas contra el Estado de Israel», ha indicado un comunicado de Defensa, en el que, sin embargo, no se especifica qué instituciones palestinas gobernaría el enclave.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, presentará un plan al respecto al gabinete de guerra antes de la próxima visita a Israel del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien realizará una gira en Oriente Medio para abordar el periodo de posguerra en Gaza. Miembros de la derecha más radical de la coalición de Netanyahu, por su parte, han abogado públicamente en otras ocasiones por impulsar la «emigración» de los gazatíes a otros países y que Israel retome la política de asentamientos colonos en el enclave, que desmanteló en 2005.
Israel mantiene el bloqueo y un frente internacional «asumiría» la rehabilitación de la Franja
A la espera de conocer más detalles sobre la propuesta, Israel ha asegurado que «no habrá presencia civil israelí en la Franja de Gaza», aunque, aparentemente, mantendrá el bloqueo por aire, tierra y mar que ejerce sobre el enclave desde 2007. «Debido a requisitos de seguridad, Israel llevará a cabo la inspección de las mercancías que entren en la Franja de Gaza», ha indicado el ministerio.
Además, Gallant prevé que un frente internacional, que incluya a Estados Unidos, países europeos y de Oriente Medio, «asumirá la responsabilidad de la rehabilitación de la Franja». Estados Unidos – principal socio de Israel y que ha apoyado al Estado judío incluso con el suministro de armas – quiere que la ANP tenga cierto control de Gaza una vez finalizada la guerra, y aboga por una solución de dos Estados al conflicto palestino-israelí.
No obstante, Netanyahu se opone ya que acusa a la formación palestina de financiar el «terrorismo». «Mientras sea primer ministro de Israel, esto no sucederá», afirmó en diciembre. La ANP, con acuerdos de cooperación con Israel basados en los Acuerdos de Oslo (1993-1995), perdió el control de Gaza en 2007, cuando Hamás tomó el poder por la fuerza.
La ANP ha afirmado que solo volverá a hacerse cargo de la administración del enclave en el marco de un proceso de paz con Israel que contemple la creación de un Estado palestino, con Jerusalén este como capital y Cisjordania y Gaza como territorios constituyentes, algo que parece muy lejano de la realidad actual.
Más de 22.000 muertos en Gaza
La guerra en Gaza continúa por 91 días con bombardeos por tierra, mar y aire del ejército israelí y fuertes combates con Hamás. Aviones israelíes han lanzado fuertes ataques en zonas de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja, donde Israel cree que se esconde líderes de Hamás, mientras que la artillería ha atacado campamentos de refugiados como Maghazi y Bureij y los buques de guerra han disparado a playas de Deir al Balah, en el centro, según la agencia oficial palestina Wafa.
Por su parte, el Ejército israelí ha informado de ataques por tierra, mar y aire contra unos cien objetivos de Hamás, entre ellos centros de mando, puestos militares, lanzaderas de proyectiles y almacenes de armamento. En un comunicado, ha asegurado haber eliminado una «célula» terrorista que intentaba atacar a un tanque israelí en Bureij, en una operación de tropas terrestres con apoyo aéreo.
El número de víctimas en la Franja asciende ya a 22.313 muertos y 57.296 heridos, según las autoridades sanitarias gazatíes. La guerra deja también unos 1,9 millones de desplazados en Gaza, un 85 % de la población del enclave, en medio de una grave crisis humanitaria. En el lado israelí, el ataque de Hamás del 7 de octubre dejó 1.200 muertos y 250 secuestrados, algunos de ellos liberados durante la tregua de principios de diciembre.
