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08 de julio del 2023.- La guerra que azota Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero de 2022 cumple 500 días este sábado. Ambos bandos defienden posturas cada vez más alejadas de cara a una posible negociación de paz mientras el conflicto ha dejado ya 9.000 civiles muertos, entre ellos más de 500 niños, según la ONU. Las fuerzas ucranianas llevan la iniciativa actual en el frente, pero su contraofensiva es lenta y está diezmada por la falta de armamento y los bombardeos continuos de Rusia sobre sus ciudades en todo el territorio ucraniano.
El último de los ataques rusos ha caído sobre la ciudad de Liman, en la región de Donestk, dejando al menos siete personas muertas y otras 13 heridas. Los bombardeos de las tropas de Moscú son una amenaza para toda la población, por muy lejos que se encuentre del frente, como ha demostrado el ataque esta semana sobre Leópolis, al oeste del país, ya cerca de la frontera con Polonia.
Al menos siete personas murieron y más de 40 resultaron heridas tras los ataques aéreos, que no permiten a los ucranianos olvidar tragedias pasadas en Bucha, Mariúpol o Kramatorsk.
«Somos la tierra del coraje»
Para conmemorar el 500º día de la guerra, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha visitado la Isla de las Serpientes, de la que Moscú se apoderó poco después del inicio de la invasión.
El contingente ucraniano que defendía esta pequeña roca del Mar Negro se negó a rendirse y mandó «a tomar por culo» al buque de guerra ruso ‘Moskva’, en un intercambio radiofónico que se ha convertido en símbolo de culto de la resistencia de Kiev. Los soldados ucranianos fueron finalmente capturados y canjeados por prisioneros rusos, pero el Moskva se hundió en el Mar Negro tras ser alcanzado, según Kiev, por misiles ucranianos y Moscú se vio obligado a abandonar la isla en junio de 2022.
«Hoy estamos en la Isla de las Serpientes, que nunca será conquistada por el ocupante, al igual que el resto de Ucrania, porque somos la tierra del coraje», ha defendido Zelenski en un vídeo publicado en sus redes sociales, en el que se le ve depositando flores ante un monumento conmemorativo en la isla. «Quiero dar las gracias aquí, desde este lugar de victoria, a todos y cada uno de nuestros soldados por estos 500 días», ha ñadido.
«La ofensiva no es rápida, es un hecho»
El ejército de Kiev no desiste en su lucha por recuperar los territorios ocupados por Moscú en el este y el sur de Ucrania. A pesar de los miles de millones de ayuda militar occidental a Kiev, desde el comienzo de su contraofensiva a principios del mes de junio, las tropas ucranianas solo han reconquistado unos cientos de kilómetros cuadrados y han liberado en torno a una decena de ciudades. Un avance que está muy lejos de los éxitos fulgurantes del otoño, cuando se reconquistaron más de 9.000 km² en nueve días al este de Járkov en septiembre, y otros 5.000 km² en noviembre en la región de Jersón.
Según EE.UU., la contraofensiva avanza más lento de lo previsto porque las tropas rusas llevan meses reforzando las defensas. «Las fuerzas ucranianas lograron avances tácticamente significativos en la zona de Bajmut y continuaron las operaciones de contraofensiva en al menos otros tres sectores del frente el 7 de julio», según el último informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
«La ofensiva no es rápida, eso es un hecho», ha llegado a admitir Zelenski durante la última semana, por lo que sigue instando a Occidente a que le suministre armas de largo alcance y cazas F-16. «Sin armas de largo alcance, es difícil no solo llevar a cabo misiones ofensivas, sino también, para ser sinceros, operaciones defensivas», defiende el presidente ucraniano.
Este viernes se anotó una victoria diplomática tras la decisión de Estados Unidos de suministrarle bombas de racimo, dentro de un nuevo paquete militar de 800 millones de dólares que Zelenski ha calificado de «indispensable».
La amenaza del posible desastre nuclear en Zaporiyia
En los últimos días, el espectro de una catástrofe nuclear se ha cernido sobre la región de Zaporiyia, al sur del país, controlada principalmente por Rusia y donde Ucrania centra gran parte de su contraofensiva. Kiev y Moscú se acusan mutuamente de preparar una provocación en el emplazamiento de la central nuclear.
Zelenski ha acusado a Rusia de haber colocado explosivos en el techo de la planta con el objetivo de detonarlos. Desde Moscú lo niegan y aseguran que es Kiev quien planea un «sabotaje» en la instalación atómica.
Esta parte meridional del país ya se vio afectada por la destrucción de la presa de Nueva Kajovka el 6 de junio, que provocó inundaciones masivas que mataron a decenas de personas y destruyeron numerosas viviendas. Desde la catástrofe, muchas ciudades de la región carecen de agua y el terreno se ha quedado en un estado pantanoso que dificulta el paso de los carros militares.
El apoyo internacional a Zelenski frente al asilamiento de Putin
Durante el último año y medio las apariciones de Volodímir Zelenski han sido casi diarias, quien además ha llevado a cabo una carrera internacional reuniéndose con líderes de todo el mundo desde que en diciembre decidiera por primera vez salir de Ucrania. En todo este tiempo ha contado con el apoyo incondicional de Europa y Estados Unidos.
Por el contrario, Vladímir Putin ha ido disminuyendo sus apariciones públicas y sus discursos a la nación a lo largo del conflicto. Pese a los elevados esfuerzos por controlar la información que le llega a la población rusa de lo que denominan «operación especial militar», el malestar de las tropas en el frente desembocó en un conato de golpe de Estado por parte de los mercenarios del grupo Wagner que puso en jaque a Moscú hasta que su mayor aliado, el presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko, logró un acuerdo para poner fin a la rebelión.
En definitiva, Rusia parece estar fracasando en su intento por controlar Ucrania y bloquear un posible ingreso en la OTAN, que ahora parece más posible que nunca.
Con información de RTVE
