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(Información de Aristegui Noticias) CDMX, 24 de agosto del 2020.- Etileno XXI, el mayor complejo petroquímico construido en México en los últimos 35 años, que requirió de una inversión de 5 mil 200 millones de dólares y que desde 2016 acapara la producción de etano, es uno de los epicentros de la sacudida a la clase política provocada por la denuncia de Emilio Lozoya ante la Fiscalía General de la República (FGR) y filtrada a los medios de comunicación la semana pasada.
Los sobornos con dinero aportado por Odebrecht y entregados sobre todo a funcionarios y legisladores panistas en la recta final del gobierno de Felipe Calderón para que aprobaran la continuidad del proyecto Etileno XXI fueron aprovechados por el gobierno entrante de Enrique Peña Nieto para también comprometerlos a aprobar la reforma energética, de acuerdo con la extensa narración de Lozoya.
Lozoya contó a la FGR que el segundo encuentro entre Enrique Peña Nieto y Marcelo Odebrecht, dueño del conglomerado brasileño que corrompió presidentes y ministros en varios países de América Latina, ocurrió en casa del empresario brasileño en Sao Pulo, Brasil, cuando Peña Nieto era Presidente Electo, en el segundo semestre de 2012.
Entre los asistentes a la comida ofrecida por Marcelo Odebrecht a Peña Nieto estuvo Roberto Bischoff, director de Braskem, la empresa que con 74% del capital se asoció con la mexicana Idesa para la construcción de Etileno XXI.
“Esa reunión fue fundamental, ya que ahí se empezó a construir una relación más directa entre el consorcio Odebrecht y el gobierno de Enrique Peña Nieto”, y añadió que además de hablar de la reforma energética, los brasileños destacaron la importancia de que México siguiera adelante con Etileno XXI, en el que habían invertido más de 3 mil millones de dólares, y manifestaron su interés de participar en otros negocios de procesamiento de hidrocarburos, para lo cual era indispensable la reforma energética”, declaró Lozoya, quien compareció ante la Fiscalía.
Etileno XXI inició operaciones cuatro años después, a mediados de 2016, gracias a una sociedad con Idesa y a un contrato que obliga a Pemex a surtirle etano, pese a que su producción del hidrocarburo iba a la baja, además de establecer un descuento de 30% en el precio y sanciones a Pemex si no cumple con el suministro de 66 mil barriles diarios.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador señaló ayer en un video que, según su cálculos, en cinco años el contrato de suministro de etano a Etileno XXI le ha costado a Pemex 12 mil 814 millones de pesos, de lo cual 5 mil millones son por el precio descontado; 5 mil millones, por el transporte y 2 mil 814 millones por multas por las entregas no realizadas.
Pero aclara que sumarían 15 mil millones si Pemex hubiese pagado, ya bajo la actual administración, los 2 mil 100 millones que se han acumulado de multas de 2019 a la fecha.
El mandatario señaló que a esa suma de beneficios otorgados a Etileno XXI mediante ese contrato “leonino” firmado durante la Presidencia de Felipe Calderón, se suman créditos de la banca de desarrollo con valor de 570 millones de dólares, el equivalente a 11% del valor total de 5 mil 200 millones de dólares invertido en el complejo petroquímico y concedidos desde el último año del mandato del panista.
Si el reparto accionario entre los socios brasileños y mexicanos en Etileno XXI se estableció en función de la inversión de 5 mil 200 millones de dólares en el proyecto, a la mexicana Idesa le había correspondido aportar mil 248 millones de dólares por su 24%.
Idesa obtuvo alrededor de 45% de ese monto con préstamos de la banca de desarrollo iniciados en 2011. López Obrador indicó el sábado que Bancomext otorgó un primer crédito de 50 mdd a 10 años que vence o venció este 2021, y que al año siguiente, en 2012, Nacional Financiera otorgó dos préstamos más, uno por 50 mdd y otro por 280 mdd, en tanto que Bancomext le cedió uno más por 190 mdd.
El mandatario agregó además que estos créditos la empresa los pagó con devoluciones de IVA, aunque no dio detalles.
“Todo esto implica influyentismo y sobornos a altos funcionarios públicos”, expresó.
Los socios mayoritarios de Idesa son la familia Gutiérrez Fernández, descendientes de Pascual Gutiérrez Roldán, un colaborador cercano del expresidente Adolfo López Mateos y que en la década de 1950 fue director de Pemex.
Guillermo Gutiérrez Saldívar, ya fallecido, hijo de Pascual Gutiérrez Roldán y director de Idesa en 2016, dijo a este reportero el año del arranque de Etileno XXI que Idesa es una compañía formada por un grupo de amigos, luego de señalar que Carlos Slim tenía una participación de 20% en la compañía mediante Grupo Inbursa, y que la familia del Del Mazo, emparentada con el expresidente Enrique Peña Nieto, estaba representada en el consejo a través de Iván del Mazo Múzquiz.
Desde la propia inauguración oficial de Etileno XXI, en junio de 2016, a la que asistió Roberto Bischoff, Braskem Idesa ha expresado su reclamo de que Pemex debía abastecerlos del etano pactado en el acuerdo de 66 mil barriles diarios.
Pemex producía más del doble de los requerimientos de Etileno XXI poco tiempo antes del arranque del proyecto, pero su crítica situación financiera redujo su actividad extractiva y con ello su producción de gas natural húmedo, del que se separa el etano, además de que comenzó a reinyectar gas en pozos del fondo marino, pues ya no podía utilizar nitrógeno por razones ambientales.
La demanda rebasó su capacidad y, en poco tiempo, su producción de etano quedó rebasada por la demanda, lo que se agudizó con el compromiso de abastecer a Etileno XXI, el cual es de la modalidad take or pay/deliver or pay, que para Braskem Idesa significa “pagas aunque no lo tomes” y para Pemex “entregas o pagas”.
En una carta distribuida a medios la semana pasada, Braskem Idesa niega irregularidades en la obtención y términos del contrato, afirma que lo ganó en un proceso de subasta pública internacional en la que participaron más de 30 empresas nacionales e internacionales, y que eso ocurrió entre 2008 y 2009, tres a cuatro años antes de los eventos que han sido imputados a Odebrecht en México y presuntamente asociadas a Emilio Lozoya.
También plantea que, ante la insuficiente producción de etano en México, está dispuesta a realizar inversiones para desarrollar una terminal de importación de etano, que es la única solución a la insuficiente producción de Pemex.
Braskem Idesa, cuyos ingresos fueron por alrededor de 15 mil millones de pesos en 2019, está observada de cerca por las calificadoras de deuda.
El pasado 20 de abril, le fue degradada su calificación de BB a BB- por la calificadora Fitch Ratings y Standard and Poors hizo lo propio en mayo, pese a que ninguna de las dos tomó en consideración la posibilidad de que el gobierno actual revise el contrato entre Pemex y Braskem Idesa.
Fitch asoció la baja de la calificación directamente a los riesgos asociados con el contrato de suministro de etano y la baja producción de petróleo por el colapso de los precios.
“Braskem Idesa mantiene una alta dependencia del suministro de etano de Pemex. (…) La compañía está buscando socios en logística para su proyecto (de una terminal de importaciones) y la calificación del impacto potencial de este desarrollo dependerá de los términos y las condiciones de financiamiento”.
Pemex sólo abastece 49 mil de 66 mil barriles diarios de etano, por lo que en febrero pasado Braskem Idesa inició las operaciones de un proyecto fast track de 3 mil 500 mdd para importar 16 mil barriles diarios de etano de Estados Unidos para 2022, lo cual significa 24% de sus necesidades.
Fitch Ratings confirma que la compañía se beneficia del acceso al etano que compra a Pemex con un descuento respecto a los precios del mercado, aunque no da detalles, e indica que ello se suma a su alta capacidad de producción para permitirle generar flujos operativos de entre 40 y 50%.
En su denuncia, Lozoya dijo que el contrato de Pemex con Braskem Idesa firmado en el gobierno de Calderón ya lo hubieran querido grandes grupos mexicanos del sector petroquímico.
“El negocio que hicieron los brasileños es que Pemex les vendería el etano, ya que Pemex era el único proveedor, pero le hicieron un descuento inexplicable de más de 25% sobre el precio del mercado, lo que hacía super desventajosa la posición de Pemex. Muchos grupos mexicanos hubieran deseado un contrato así, tales como Grupo Alfa o Grupo Desc, entre otros. Sin embargo, por razones estrictamente políticas se le dio a Braskem”.
Lozoya aseguró que para obtener el contrato muchos panistas del sexenio de Calderón Hinojosa recibieron grandes sumas de dinero, pero que la compañía brasileña lo capitalizó, pues quedó tan bien posicionada en el gobierno que realizó una parte de una sesión de su consejo de administración en Los Pinos y en presencia de Felipe Calderón, según información que le dio Luis Weyll.
Aseguró que antes de que concluyera el mandato de Felipe Calderón se entregaron 84 millones de pesos a los entonces legisladores panistas Ernesto Cordero (senador), Ricardo Anaya Cortés (diputado), Francisco Domínguez Servién (senador), José Luis Lavalle Maury, (senador) y Francisco Javier García Cabeza de Vaca (senador), así como al priista David Penchyna Grub.
Y que ya en el gobierno de Peña Nieto, durante 2014, el referido grupo de legisladores recibieron alrededor de 84 mdp adicionales. Más específicamente, señaló que el 15 de septiembre de 2014 se entregaron 4 millones 390 mil pesos a José Antonio González Anaya, 4 millones a Meade Kuribeña y, entre el 17 y 20 de septiembre, 4 millones a Carlos Treviño Medina, y agregó que en todos los casos la instrucción fue que el dinero se entregara en los domicilios particulares de cada uno y que se les notificara que les era enviado a nombre de Luis Videgaray Caso.
El exdirector de Pemex dice que en su revisión del contrato le llamó la atención el acta 827 del consejo de Pemex del 29 de abril de 2011, presidido por José Antonio Meade y con la participación del consejero José Antonio González Anaya, quienes impulsaron evadir la discusión de los detalles de dicho contrato.
El exdirector de Pemex contó que las condiciones desventajosas para Pemex del contrato fueron denunciadas por el consejero Rogelio Gasca Neri, además del ocultamiento de información, tal como publicó Aristegui Noticias en junio de 2018.
“El consejero Presidente José Antonio Meade Kuribeña insistió en que no tenían obligación de informar al consejero previo a la firma de un contrato por miles de millones de dólares y no se aceptaron sus comentarios (de Gasca Neri)”, narró Lozoya.
En una de las últimas referencias al contrato, Lozoya señaló que sería de gran utilidad para las autoridades obtener los documentos demoledores preparados por el Doctor Héctor Moreira y Rogelio Gasca Neri que consta en acta del consejo, en el que alertaban sobre los riesgos absurdos a los que orillaron al capital de Pemex
Con información de Aristegui Noticias)
