La bella Morelia

Morelia, aunque no me crea, es una capital que ahora tiene mucho que ofrecer. Por ejemplo se instalarán dos mil puestos de comercio callejero en las calles aledañas al palacio municipal, adornado por las fiestas patrias.

Según esto van a ser dos mil comerciantes, y lo más seguro es que también concurran, la mayoría de ellos, el día treinta. El gran organizador de este asunto es Wilfrido Lázaro Medina, presidente municipal de Morelia.

¿Funcionará este magnífico emblema? Quien sabe.

¿Seguirá este ambiente de tranquilidad en Morelia? Es probable que se le vea como un ente a revisar. Por ejemplo lo que sucede con la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, tomada desde el martes de esta semana por el Movimiento de Aspirantes y Rechazados que dependen de la Coordinadora de Universitarios en Lucha.

El problema es que este movimiento conlleva a alumnos que no son admitidos por los filtros universitarios y piden entrada inamovible a la universidad. Son como cuatrocientos elementos, más o menos, que están a la espera de verse favorecidos en esta negociación.

Noé Gómez, representante de las casas del estudiante ante el Consejo, hizo llegar una petición para que en la reunión que se llevaría a cabo con las autoridades universitarias, con el fin de provocar la negociación con el movimiento.

Egberto Bedolla recibió la petición de dejar el paso al personal directivo y administrativo para dar mayor agilidad al trámite de ingreso con respecto a los aspirantes y rechazados.

El asunto no está debidamente solucionado. La posición de la universidad es sumamente difícil, inamovible, y la de los paristas, al parecer, inegociable.

Lo que buscan las dos partes es no una negociación, sino una imposición. ¿Cuál será la salida?