Circularidases rompibles

El tiempo ni existe para la novedad, pues ésta se desvanece rápidamente, entonces llega el olvido. Con poco tiempo para las elecciones, tres días, viejas prácticas que son ocasión de vergüenza se dejan atrás ante el empleo de importantes cantidades de dinero invertidas en publicidad, tarjetas con programas y beneficios momentáneos para quien las acepta.

Sin embargo, el peso de los hechos se encargan de recordarnos que algunas prácticas del viejo PRI no se abandonan: invertir en tiempo de elecciones en cosas vacuas y objetillos de uso cotidiano para la gente regular pero publicidad para los candidatos, mismos que ya en el poder dejan que las cosas pasen sin contar con un claro panorama de la realidad ni un plan a seguir como lo constatamos en Michoacán. Y no hablo de cosas insulsas, sino de los verdaderos problemas como la educación, la seguridad social, laboral y la legalidad.

Y para ejemplo basta un botón. El día de ayer unos tripulantes de la camioneta cargada con despensas fueron puestos en libertad por las autoridades electorales y estatales al no se encontrar acreditadas conductas ilegales en materia de delitos Electorales, aun a pesar de que se les encontraron despensas en el interior la unidad en la que viajaban.

De momento el Fiscal encargado del casos continua investigando para determinar de fondo la indagatoria Penal respectiva, toda vez que la unidad cargada con las despensas quedó resguardada con la cargad de las despensas (sic) en cambio los agresores, miembros del PAN quedaron a resguardo de las autoridades. Como sea y sin acordar el método de la detención, finalmente detectaron una unidad que para cualquiera en su sano juicio es evidencia de delito electoral.

Al respecto es claro que la aplicación de la justicia estatal y electoral tiene color y nombre;  y de manera general nuestros problemas no les interesan a los que ostentan el poder cuando su auténtica preocupación es el acomodo de los fieles seguidores a como de lugar. He aquí la forma de la circularidad de la corrupción de la que somos presas los michoacanos. He aquí que nos damos cuenta y queda la pregunta por lo que hemos de hacer ¿Hablar o callar?

Creo al menos que si bien nos damos cuenta del estado de cosas que nuevamente comienzan a suceder en relación al poder estatal, debemos contar con la enteresa moral y determinar si el ejercicio estatal hasta ahora hecho vale la pena como para soportar esta circularidad de corrupción.

No mucho tiempo nos queda para elegir a los que ostentaran el poder federal. Es importante razonar si vale la pena arriesgar el futuro por lo conocido, con todo y circularidad de corrupción o atrevernos a cambiar el estado de cosas vivientes.

Estimo que merecemos una auténtica administración que no solo piense en el presente sino en el futuro, una administración que plantee metas, programas y métodos marcando las cumplidas ya evaluando las que pueden mejorar, pero siempre dentro de un tiempo prudente para avanzar.

Y preocupa que los michoacanos olvidemos con facilidad la tremenda fuerza de la costumbre que nos inclina para mal en cuestiones políticas.

Queda la expectativa del domingo 1o de julio.