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¿Qué hacer con la corrupción en este país? De acuerdo al Quinto Informe de Ejecución del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, la administración pública nacional está aquejada por el cáncer de la corrupción y encabeza la lista, ni más ni menos, que la Comisión Nacional de Electricidad. Se trata de servidores públicos que se han despachado con la cuchara grande y cuyo daño a las instituciones alcanza casi los 300 millones de pesos.
Mucho tememos que este informe se más que la punta del iceberg. La picaresca popular afirma que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.
Conocemos casos de gente que al ser incorporados a la función pública nacional, ya sea directa o indirectamente consideran esta buena suerte de igual magnitud que haberse sacado la lotería. En el caso de la Comisión Federal de Electricidad es contrastante en todos los sentidos. Por un lado, es uno de los servicios más caros del continente. Por el otro, tecnológicamente hablando es uno de los más pobres.
Pero no solamente la CFE está en ese dudoso cuadro de honor, del quien es quién en materia de corrupción. Ahí está, por ejemplo, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de Agricultura, PEMEX, PGR, ¡El Fondo de Cultura Económica! -leer para creer-, y la Comisión Nacional del Agua, la misma dependencia que obstaculiza que entre en funcionamiento la Presa Francisco J. Múgica.
El informe adolece de fallas como dar los nombres específicos de los funcionarios, del cómo y el cuánto. Es, insistimos, una pálida sombra de lo que sucede en materia de corrupción gubernamental en este país. Por eso no le falta razón al candidato de las izquierdas cuando pone el punto sobre esas íes y asegura que con el combate a la corrupción se podrán obtener ahorros en suficiente valía como para reactivar la economía del país.
Sorprende que esta información se dé a la luz pública casi al final del mandato del michoacano Felipe Calderón Hinojosa. Otra de las dependencias acusadas de corrupción galopante es, sorpréndase usted, la Secretaría de la Función Pública. Otro michoacano estuvo al frente de ella, Salvador Vega Casillas, sobre quien se cernieron sospechas y cuyo cuello tuvo que salvar el propio presidente. Sí, la corrupción es un cáncer que le cuesta al país el que los mexicanos tengan empleos y una mejor calidad de vida
