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Columna «El Mirador», Por Manuel Lozada (16-I-19).- Resulta verdaderamente lamentable que durante el juicio que se le lleva a Joaquín «El Chapo» Guzmán en los Estados Unidos, haya salido a la luz pública que los ex presidentes de la República Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, recibieron millonarios sobornos en dólares para «hacerse de la vista gorda» y dejar que los integrantes del crimen organizado hicieran sus fechorías con toda impunidad durante sus administraciones.
De Felipe Calderón los ciudadanos han hablado mucho de sus sucios manejos políticos, con mafiosos, y recuerdan que durante su administración utilizo en diferentes ocasiones a «testigos protegidos» para desprestigiar a políticos de partidos que no pertenecían a las filas del Partido Acción Nacional.
En diferentes elecciones estatales, Felipe Calderón al ver que sus compañeros de partido se encontraban abajo en las encuestas, por arte de magia, salían a declarar testigos protegidos en contra de políticos del PRI o del PRD. Filtraban información en medios impresos de circulación nacional y acababan con sus adversarios. Política de lo más sucia de daba en esos tiempos.
También recuerda la gente el día que Felipe Calderón su puso una chamarra militar que le quedaba enorme, tal como le quedó la Presidencia de la República. Un verdadero fracaso.
También recuerda la ciudadanía que se robó junto con Vicente Fox, la elección presidencia del 2006.
Por eso los mexicanos le dieron la espalda a su esposa, Margarita Zavala, en el 2018, porque sabían que clase de personas eran. La esposa de Calderón se dice, iba a tener una votación, si acaso, del UNO por ciento y mejor se retiró. De todos modos hizo el ridículo.
Ahora quieren hacer un nuevo partido político y solamente los apoya Joaquín López Dóriga!!!
De Enrique Peña Nieto ya vimos como lo trataron los mexicanos. Le dieron un triunfo rotundo de más de 30 millones de votantes a Andrés Manuel López Obrador.
