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Columna Política «elquenocae…», Por Leopoldo G. Arenas (28-02-17).- La polarización del sistema político mexicano, está llegando a un punto crítico, por una parte tenemos el instaurado a partir del crack económico de 1982, sistema que si bien, permitió al país soportar las diversas problemáticas económicas tanto internas como externas, debemos de reconocer que pauperizo a las clases medias e incremento el índice de marginación, actualmente más de cincuenta millones de connacionales viven en parámetros de pobreza; este sistema político-económico es defendido tanto por Acción Nacional como por el Revolucionario Institucional.
En el extremo contrario, encontramos a Morena con su líder el carismático Lopez Obrador, impulsando una política populista, divisoria y que acentúa la lucha interna de clases que tanto sangre y daño ha costado a nuestra nación, recicla las ideas de Chavismo-Madurismo de Venezuela, busca el control Estatal de toda la actividad económica e ignora las crisis políticas y sociales en las cuales se encuentran las naciones que han tratado de implementar este sistema, al más puro estilo de Tump desprecia a los medios de comunicación, critica a los de arriba y promueve un nacionalismo a ultranza, de echo parecen junto con Nicolas Maduro, políticos que fueron formados bajo la misma escuela ideológica.
Tan malo es un sistema como el otro, no podemos permitir el canibalismo extremo de un capitalismo desenfrenado, pero tampoco es aceptable el control total del estado que reduce las diferencias a una igualdad basada en la pobreza general de la población.
Los países desarrollados europeos, han logrado implementar sistemas económicos equilibrados, defienden la iniciativa privada y fomentan el desarrollo empresarial, al mismo tiempo promueven políticas sociales en beneficio de la población general.
El nivel de vida de los habitantes de menores recursos en naciones como Suecia, Noruega, Dinamarca, Holanda o Bélgica es envidiable.
Eso es lo que debemos de buscar en México y hasta antes de ayer, parecía un sueño como decimos coloquialmente “guajiro”.
Pero algo cambió, en la Universidad del Claustro de Sor Juana, un conocido luchador social, en compañía de académicos e intelectuales, presentó un plan nacional que pudiera permitir al país, no solo enfrentar al tirano del norte sino fomentar un desarrollo sostenible y sustentable de nuestra nación.
El ingeniero Cárdenas de una manera reflexiva y madura, alejada de populismos y teniendo como premisa principal el bienestar de la Nación, propone un plan sólido, basado en el desarrollo y transformación de la Industria Nacional.
Consciente que lo que hace grande a un país, es tanto su producción como la madurez del mercado interno, no se escuda en políticas populistas; sabe que a mayor producción interna menores precios y mejores salarios para los trabajadores, a mayor consumo más ingresos para el estado y menor endeudamiento, esto es, un círculo virtuoso.
De manera grata hoy pudiere haber una alternativa real para este país, opción alejada de los extremos polarizantes y más cercana a la necesidad real que tenemos.
El Plan ya se encuentra en la mesa, solo falta la decisión del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas para buscar la candidatura y en caso de ganar poderlo implementar.
Al día de hoy, alternativa existe, la problemática estribará en poder quitar la venda de fanatismo a los seguidores del mesías tropical, para poder lograr esa fuerza electoral que se necesita parar llegar al poder en un país democrático como México.
Tenemos los extremos que históricamente se ha demostrado como dañinos y la alternativa que aunque lógica no siempre es atractiva cuando existe resentimiento social.
De nosotros depende el futuro.
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