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23 de agosto, 2015 — La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) está ayudando a las autoridades y ONGs en Serbia a aliviar las carencias de los miles de migrantes que están llegando en las últimas horas desde la Antigua República Yugoslava de Macedonia.
ACNUR calcula que más de 7.000 personas han llegado a Serbia entre el sábado y el domingo, después de cruzar el territorio de la ex república yugoslava y tras una desesperada espera de días en la frontera de ese Estado y Grecia. Muchos centenares siguen aguardando poder viajar hacia el norte de Europa.
ACNUR está distribuyendo alimentos entre los refugiados y migrantes que llegan a al sur de Serbia y a petición de las autoridades está estudiando cómo suministrar también colchonetas para dormir, mantas y tiendas de campaña.
Después del cierre de la frontera con Grecia el viernes y parte del sábado, las autoridades de la ex república yugoslava de Macedonia han dado garantías a ACNUR de que mantendrán los pasos abiertos para facilitar el flujo de personas.
Esta agencia de la ONU ha subrayado que se necesitan más recursos oficiales para que ese flujo sea más ordenado y seguro y ha brindado ayuda para aumentar la capacidad de recepción y proceder a registrar e identificar a los que transitan por la frontera.
También ha reiterado su llamamiento a las autoridades griegas para que refuerce el registro y recepción de migrantes y refugiados que buscan asilo y para ayudar con urgencia a los que están estancados en su zona fronteriza en unas condiciones muy precarias.
Vincent Cochetel, director de ACNUR para Europa, manifestó en un comunicado que Grecia y la ex república yugoslava de Macedonia deben hacer mucho más para afrontar un problema como este, “que no va a desaparecer a corto plazo” y pidió a los Estados miembros de la Unión Europea que les ayuden, así como a Serbia, a atender a los miles de migrantes que reciben.
