Por Manuel Lozada.- Este martes el expresidente Felipe Calderón viaja a los Estados Unidos de Norteamérica con la finalidad de presentarse como nuevo catedrático en la prestigiosa Universidad de Harvard para que el exmandatario se integre al equipo de investigadores del Programa Global Angelopoulos de Líderes Públicos en la escuela de Gobierno John F. Kennedy School.
La gran indignación que ha causado su ingreso en esta prestigiosa escuela, donde se forman a los futuros líderes globales, ha transpasado fronteras, miles de firmas que acompañan cartas pidiendo su rechazo ante el poco cuadro profesional que observa el expresidente, ha causado un repudio generalizado. El poeta Javier Sicilia, mandó un documento a la prestigiosa Universidad pidiendo el reconsideramiento de nombrar a un asesino como catedrático, pues como es sabido por la opinión pública, Sicilia culpa a Calderón de las más de 100 mil muertes a casua de su famosa guerra contra el narco en México, la cual dejó una estela de dolor social y decremento económico.
Las grandes pifias, como la «Estela de Luz», que fue un gran fraude, con un costo de $ 1,400,000,000.00 (mil cuatrocientos millones de pesos…!!!), la «Celebración del Centenario y Bicentenario en el Zócalo Capitalino» con una estatua de un supuesto «héroe revolucionario» que más bien se parecía a Malverde – hasta sentado en la silla- , un gasto millonario de «pirotecnia e iluminación» traidas con todo el equipo y sus técnicos de Las Vegas, rayos lasser y un sinfín de paleativos, dieron el marco perfecto para hacer un derroche estratosférico de millones de dólares, cuando en vez de haber gastado o tirado a la basura dicho dinero, se pudo hacer obra pública en conmemoracion del centenario o bicentenario, algo de beneficio social, tangible y servible al pueblo de México, sin embargo, el gasto hecho aqui, así como la otra pifia ceremonial del «Paseo de los Huesos» hacen recordar a FECAL de una forma ciertamente absurda y adjetivos coloquiales, máxime en su «tierra» donde es poco apreciado, incluyendo sus escoltas.
Los huesos de los «Héroes» que reposan en el Angel de la Independencia, hasta el día de ayer fueron entregados los resultados, casualmente o estratégicamente… no lo sabemos, el caso es que, para la suntosa y fastuosa celebración, el pueblo de México estuvo aplaudiendo restos de personas que ni son héroes y en algunos casos, ni son humanos, pues está comprobado científicamente que entre varias osamentas se encuentran huesos de venados, en otras más, huesos femeninos en donde debieran de estar masculinos, hasta restos de bebés e infantes no mayores a 10 años se encontraron dentro de las urnas donde se supone descanzan los liberadores de la Patria.
No cabe la menor duda, que Calderón se lleva a cuestas el repudio muy generalizado de un pueblo que confió en él y terminó siendo traicionado, saqueado y violado por el ego de un individuo, un personaje tristemente célebre que lustraba el calzado de sus «patrones» empresarios beneficiados con pactos de última hora en casinos y la inhumana reforma a la Ley Federal del Trabajo.
Al paso del tiempo, veremos y sabremos más de las pifias de Calderón y sus compinches, seguramente en varias estará su hermano Juan Luis Calderón, el cual también tiene «barbas» que le pisen seguramente.
Mientras tanto, amable lector, cada vez que vaya al Angel de la Independencia, receurde que los huesos ahí «venerados» son de otras personas y varios animalitos, pues los restos originales, vaya usted a saber en dónde han quedado al paso de los tiempos, eso sí, sirvieron para darle a México un gran circo hace dos años con la dichosa celebración del Bicentenario, acompañados de un «PAN» rancio y enlamado, por eso de «al pueblo pan y circo».