Por Gerardo Espinosa.- Morelia, Mich., 01 de noviembre del 2012.- La disputa de los partidos políticos, por agenciarse cargos de elección popular o en su ejercicio de oposición contra sus adversarios, son los que han generado el estancamiento del desarrollo democrático y la baja calidad institucional en Michoacán, así como una nula eficiencia política cuando son gobierno, consideró el especialista en Derecho Electoral de la UMSNH, Héctor Pérez Pintor.
El también integrante de la Red Nacional Sociedad Civil y Calidad de la Democracia, destacó que el hecho de que el gobierno priísta en turno reconozca en su Plan de Desarrollo Integral de Michoacán 2012-2015, que la entidad se ubica en el último lugar en los indicadores de Desarrollo Democrático y calidad institucional, reconoce calladamente que el PRI, en su trinchera como oposición, también ha incidido en los bajos niveles de eficiencia democrática y política que posee el estado.
Pérez Pintor destacó que en el Plan Estatal de Desarrollo, el gobierno del estado, de extracción priísta, reconoce un bajo nivel en la calidad de servicios que prestan sus instituciones y dependencias, además de que es un reflejo del abandono que durante décadas han dejado los gobiernos en Michoacán para tratar de mejorar las condiciones de gobernabilidad, servicios públicos y otras obligaciones.
“El estancamiento del desarrollo democrático en el estado, es atribuible a todos los partidos políticos, ya que cuando deberían ser instituciones de interés público, no han sido coparticipes, -en la forma en que todos quisiéramos- para que estas condiciones se empezaran a revertir”.
En el marco de su Plan Estatal de Desarrollo, el gobierno de Fausto Vallejo destaca que “la medición de la calidad institucional, la eficiencia política democrática de las instituciones, la rendición de cuentas y el balance del poder interinstitucional, integran el Índice de Desarrollo Democrático, en el cual Michoacán se ubica en el último lugar de este indicador, dado que, además de un bajo comportamiento en la democracia de los ciudadanos y de las instituciones, sus indicadores de desarrollo social y económico, tienen un valor similar a estados como Guerrero y Oaxaca, de los menor desarrollo en el país”.
A este respecto, el especialista de la UMSNH dedujo que el problema se arrastra desde hace décadas en Michoacán, y en particular desde que otros partidos empezaron a disputarle al PRI la hegemonía del poder.
De acuerdo al estudio de Desarrollo Democrático de México, en su dimensión de Calidad Institucional y Eficiencia Política, medido en una escala del 0 al 10, el comportamiento promedio de las 32 entidades federativas, es de 4.473%, situando a Michoacán con 3.552, por debajo de la media nacional. El estudio mide el Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno, la participación de partidos políticos en el Poder Legislativo, la participación de la población en las decisiones públicas, el indicador de desestabilización, entre otros.
Héctor Pérez enfatizó que mientras los principales actores, que son los partidos políticos y las instituciones que están reflejadas por signos partidistas, sigan anteponiendo sus intereses, no será posible revertir esos indicadores. Destacó que en Michoacán, los gobiernos no han implementado el Servicio Civil de Carrera, y que cada administración que entra llena los puestos de militantes o personas afines, sin que se evalúen perfiles adecuados.
“Mientras no haya un compromiso muy fuerte de estos actores para que den señales a la sociedad de cambios, la calidad de la democracia y de las instituciones ira a la deriva”, destacó Pérez Pintor.
Enfatizó que si bien, las estrategias de los partidos es de culpar a sus adversarios de la desestabilización de la vida democrática, social y económica del estado, la sociedad que acude a las urnas castigará con mayor fuerza a partidos, actores e instituciones.
Destacó que quien ostenta el poder estatal, en este caso el PRI, tiene mayor responsabilidad institucional y la obligación de echar andar políticas públicas que abatan los temas de la ineficiencia institucional y la ineficiencia democrática, que se registra en Michoacán.