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Cuestionada Presea Melchor Ocampo

CUESTIONADA PRESEA MELCHOR OCAMPO.
OCAMPO, RELIGIÓN Y UNIÓN.

Columna Política «Bajo la Lupa», Por Armando Saavedra (04-VI-19).- El día de hoy curiosamente destaca un evento interesante en el congreso del Estado, como lo fue la entrega al sacerdote JOSÉ FRANCISCO MARTÍNEZ GRACIÁN, -el que por cierto tiene su cargo en el atormentado municipio de Nahuatzen-, la condecoración Melchor Ocampo, que fue entregada por el representante del Titular del Poder Ejecutivo, en sesión “solemne” en el Recinto del Palacio del Poder Legislativo.

La justificación por la que, la LXXIV Legislatura aprobó la Propuesta de Acuerdo presentada por la Junta de Coordinación Política, en la que se destaca su labor humanista reflejada en intensa labor para el rescate del tejido social, la dignidad y la fuerza intrínseca de las comunidades indígenas. Asimismo, resaltaron su apoyo y fomento a la salud y la educación en las dichas comunidades, así como su incansable esfuerzo por la reforestación de la Meseta y el rescate de la cultura y lengua Purépecha.

JOSÉ FRANCISCO MARTÍNEZ GRACIÁN, es originario de Sahuayo, Michoacán; estudió Filosofía y Teología, en el Seminario Diocesano de Zamora, Historia en la Normal Superior Nueva Galicia de Guadalajara y Geología de forma autodidacta; fundador de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán.

Sin embargo, algo que escapó a los flamantes legisladores de la junta, -para variar- es que se trata de una presea que se entrega a un luchador social de las comunidades indígenas. La pregunta aquí es ¿Qué hizo en Nahuatzen para conciliar esa paz que él como sacerdote debe pregonar?

Un municipio que se polarizó por consejos indígenas que llevaron a una ingobernabilidad, al grado de que asesinaron a su presidente municipal DAVID OTLICA, aunque le echaron la culpa al padrastro de su pareja sentimental, ¿dónde está la justificación que al parecer los diputados de la junta de coordinación política olvidaron?, ojalá tomaran un poco rodio de oxomio o cualquier nootrópico para la memoria.

Pero, además, resulta importante destacar que, al margen del desconocimiento de los diputados de la junta de coordinación, es que la presea emula el pensamiento liberal de un mártir del Estado por una República libre frente a las amenazas conservadoras del exterior.

Decía OCAMPO en un discurso sobre religión y Unión:

Excelentísimo señor, señores todos: 
Tres son los fundamentos filosóficos del cristianismo que siempre precederán y acompañarán perpetuamente los adelantos de la especie humana. Fe, esperanza, caridad. Sin la primera no hay resorte interno que mueva al individuo o a las masas; sin la esperanza, el resorte no tendría objeto; sin la última, el resorte y el impulso no serían benéficos. La religión y la política son una mismísima cosa bajo uno de los aspectos de aquélla. La religión se ocupa de las relaciones del hombre con Dios y de las del hombre con los otros hombres.

El sacerdocio de todas las religiones no tiene más objeto que el de enseñar estas cosas sagradas. A nosotros los laicos, los profanos, poco nos es lícito decir sobre la primera especie de estas relaciones, porque creyendo que son cuenta que cada individuo debe arreglar con Dios y que a cada individuo ha dado el mismo Dios la razón y la conciencia, sin más objeto que el de guiarlo, nos contentamos con instruir al hombre en sus primeros años sobre lo que creemos bueno, y luego que está ya formada su conciencia, lo dejamos que conforme a ella arregle tales relaciones, con tal de que no se sirva de su creencia como pretexto para perjudicar a un tercero.

Pero en las relaciones por las cuales el hombre se llama prójimo, en el precepto magno Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo, en las relaciones necesarias que dan origen al derecho y al deber, como en las libres que se llaman caridad, amor, fraterno, filantropía, en una palabra, sobre las relaciones de justicia y benevolencia, que los hombres deben tener entre sí, la religión y la política no tienen ni pueden tener más que un objeto; procurar que cada hombre sea lo más benéfico posible para los demás.

No hagas a otro lo que no quieras que te hagan, basa de la moral; Haz a otro lo que desearías te hiciesen, basa de la virtud, son fórmulas que, a pesar de su vaguedad, conservan el mismo fondo de su esencia en la boca y en el corazón del más mustio y devoto de los místicos y del más despreocupado hombre de mundo, si suponemos a ambos, como hay tantos, sinceros y hombres de bien.

Nuestro dogma político es la soberanía del pueblo, la voluntad de la mayoría. Pero ¿tenemos fe en él? Seguramente que sí, sin lo cual, no habría tantos que desinteresadamente lo defendieran, que por él sufriesen persecuciones, que por él hiciesen sacrificios, que por él diesen su sangre en los campos de batalla y en los cadalsos. Pero aún no es bastante robusta esta fé, porque a muchos les faltan las profundas convicciones que da la instrucción en estas materias, habiéndoles faltado ocasión de estudiarlas. 
Fuente:

De la crisis del modelo borbónico al establecimiento de la República Federal. Gloria Villegas Moreno y Miguel Ángel Porrúa Venero (Coordinadores) Margarita Moreno Bonett. Enciclopedia Parlamentaria de México, del Instituto de Investigaciones Legislativas de la Cámara de Diputados, LVI Legislatura. México. Primera edición, 1997. Serie III. Documentos. Volumen I. Leyes y documentos constitutivos de la Nación mexicana. Tomo II. p. 914.

¿Acaso el sacerdote DON JOSÉ FRANCISCO MARTÍNEZ GRACIÁN, hizo gala de la idea de que la religión no estaba en choque con el Estado? Porque de haberlo realizado, sería o debió ser un verdadero defensor del municipio frente a las amenazas que tenía el municipio de Nahuatzen, y evitar las confrontaciones que existen entre sus pobladores, a menos que sea parte del problema.

A lo largo de su historia la Iglesia católica ha condenado y desaconsejado a sus fieles la pertenencia a asociaciones que se declaraban ateas y contra la religión, o que podían poner en peligro la fe. Entre estas asociaciones se encuentra la masonería.

Actualmente, la legislación se rige por el Código de Derecho Canónico promulgado por el Juan Pablo segundo el 25 de enero de 1983, que, en su canon 1374, señala:
«Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación ha de ser castigado con entredicho».

Esta nueva redacción, sin embargo, supuso dos novedades respecto al Código de 1917: la pena no es automática y no se menciona expresamente a la masonería como asociación que conspire contra la Iglesia.

Previendo posibles confusiones, un día antes de que entrara en vigor la nueva ley eclesiástica del año 1983, fue publicada una declaración firmada por el Cardenal JOSEPH RATZINGER, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En ella se señala que el criterio de la Iglesia no ha variado en absoluto con respecto a las anteriores declaraciones, y la nominación expresa de la masonería se había omitido por incluirla junto a otras asociaciones.

Se indica, además, que los principios de la masonería siguen siendo incompatibles con la doctrina de la Iglesia, y que los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas no pueden acceder a la Sagrada Comunión.

Sabría esto el sacerdote que puede caer en un acto que se contrapone con la doctrina social de la iglesia y recibir este reconocimiento, donde los dogmas de fe y de poder político finalmente chocan.

De ahí que los diputados iniciados o con grado de masones, permitir esta condecoración debió estar muy bien motivada, porque se notó la ausencia de diputados que pertenecen a la logia, pero que además votaron la propuesta en sesión anterior. Ahí las incongruencias de estos diputados, que avientan la piedra y esconden la mano…

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