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El cambio climático ya no es solo un riesgo futuro: las muertes de personas mayores por calor se disparan un 85%

14 de noviembre del 2023.- Cuando se habla de cambio climático, es habitual escuchar advertencias del peligro que supone para las generaciones futuras. Sin embargo, los datos sobre su impacto ya a día de hoy son cada vez más contundentes, como señala el último informe de The Lancet sobre los efectos de esta crisis en la salud global. En la última década en su conjunto, en la que el mundo se ha calentado un promedio de 1,14 ºC respecto a tiempos preindustriales, la mortalidad asociada al calor en personas mayores de 65 años ha aumentado un 85% respecto al período de 1991-2000, apunta, entre otros ejemplos, este estudio.

Central térmica de As Pontes, en A Coruña, una de las últimas activas de España

El estudio de la prestigiosa revista científica, llamado Lancet Countdown, también ha hallado que entre 2018 y 2022 la población ha experimentado un promedio de 86 días de temperaturas extremas. Los más vulnerables al calor, los niños de menos de un año y los mayores de 65 años, están expuestos al doble de días de olas de calor que en el periodo de referencia de 1986–2005.

Este texto, elaborado por 114 expertos de 52 instituciones y organismos de la ONU de todo el mundo, incluidas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), presenta el análisis más actualizado del vínculo entre la salud y el cambio climático. Sale a la luz a solo dos semanas de que arranque la cumbre del clima de Dubai, la COP28, en la que por primera vez se abordará al más alto nivel la relación entre salud y crisis climática.

Los autores del informe ven como una «oportunidad única» la presencia de este tema en la cumbre «para lograr compromiso y acción». «Si las negociaciones climáticas logran disminuir de manera rápida y equitativa el uso de los combustibles fósiles, acelerar la mitigación y apoyar los esfuerzos de adaptación para la salud, el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C será factible», ha alertado Marina Romanello, directora ejecutiva del informe en la University College de Londres, el centro que ha dirigido el estudio.

«Un aumento de 2 º C es un futuro peligroso»
«Las crecientes amenazas del cambio climático están hoy cobrándose vidas y afectando los medios de subsistencia de las personas en todo el mundo», ha apuntado Romanello. «Las proyecciones de un planeta con un aumento de temperatura de 2 °C nos hablan de un futuro peligroso, y son un macabro recordatorio de que el ritmo y la escala de los esfuerzos de mitigación que hemos visto hasta ahora han sido deplorablemente inadecuados para salvaguardar la salud y la seguridad de las personas», ha explicado en una nota compartida a los medios.

El informe apunta a lo lejos que están los esfuerzos globales de reducir las emisiones de lo que sería necesario para evitar un calentamiento aún más catastrófico. «Con una emisión de 1.337 toneladas de dióxido de carbono por segundo, no estamos siquiera cerca de reducir las emisiones con la rapidez necesaria para mantener los peligros climáticos dentro de los niveles tolerables para nuestros sistemas sanitarios», señala esta científica.

La directora del informe eleva además una dura advertencia. «El costo humano de la inacción es enorme, y no podemos permitirnos desentendernos de esta manera. Estamos pagando con vidas. Cada segundo que nos demoramos, el camino hacia un futuro más habitable se hace más difícil y la adaptación, cada vez más costosa y desafiante», añade.

El año más cálido desde que hay registros
Las temperaturas de este año, por la combinación del cambio climático y el efecto del fenómeno El Niño, están siendo de récord, y desde el verano cada nuevo análisis acerca la posibilidad de que sea el más cálido desde que hay registros. El informe de The Lancet va más allá y apunta que se han registrado las temperaturas más altas en más de 100.000 años.

Entre 2013 y 2022, casi la mitad de la superficie terrestre se ha visto expuesta a sequías extremas. Concretamente, un 47%, cuando en los años 50 del siglo pasado había sido un 18%. Y el aumento de la frecuencia de sequías y olas de calor estuvo asociado a un aumento de 127 millones de personas que sufren inseguridad alimentaria moderada o grave en comparación al periodo 1981-2010. También aumenta el riesgo de contagio de enfermedades infecciosas potencialmente mortales, como el dengue, la malaria o el virus del Nilo Occidental.

La multiplicación de fenómenos extremos, otro riesgo asociado al cambio climático, también dispara las pérdidas económicas, Estas se estimaron en 264.000 millones de dólares en 2022, un aumento del 23% respecto del período de 2010-2014. Las temperaturas extremas también ocasionaron la pérdida de 490.000 millones de horas laborales potenciales a nivel global en 2022, un aumento de casi el 42% en comparación con el período de 1991-2000.

Las consecuencias son además desiguales entre países ricos y pobres, que suelen ser los que sufren más los impactos climáticos. La pérdida de ingresos representó una proporción mucho mayor del PBI de los países de ingresos bajos (6,1%) y medios (3,8%).

Pero más allá de lo que ya representa el cambio climático, los impactos irán a más en el futuro si continúa el actual ritmo de emisiones. Entre otras consecuencias, se multiplicará casi por cinco el número de muertes relacionadas con el calor hacia 2050.

Siguen aumentando las ayudas a los combustibles fósiles
A pesar de estos contundentes datos científicos, los nuevos indicadores actualizados revelan que «la industria de los combustibles fósiles está recibiendo cada vez mayores inversiones y préstamos», alerta el informe.

Las emisiones de dióxido de carbono del sector energético mundial -el que más contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero- crecieron un 0,9% en 2022 y alcanzaron un récord de 36,8 gigatoneladas. Mientras tanto, los gobiernos siguen fomentando el crecimiento de la industria de los combustibles fósiles. En 2020, 69 de los 87 gobiernos analizados (responsables por el 93 % de las emisiones mundiales) subvencionaron la industria, por un total neto de 305.000 millones de dólares. Estas subvenciones superaron el 10% del gasto sanitario nacional en 26 de los países y superaron el 50% en diez de ellos.

«El sector financiero también contribuye a las amenazas sanitarias», abunda el estudio, con un préstamo total de bancos privados a la industria de combustibles fósiles que alcanzó los 572.000 millones en el período 2017-2021.

Los productores de combustibles fósiles siguen además aumentando sus proyecciones en los próximos años, a pesar de las limitaciones climáticas. En conjunto, los 20 gigantes mundiales de gas y petróleo han incrementado sus proyecciones de producción en comparación al año pasado, lo que provocaría que las emisiones de gases de efecto invernadero superen en un 173% los niveles compatibles con un aumento de temperatura de 1,5 °C para 2040 -en comparación con el aumento de 112 % anticipado en sus estrategias de 2022-, lo que lo sitúa aún más lejos de cumplir sus compromisos del Acuerdo de París.

Las empresas de combustibles fósiles han destinado tan solo un 4% de sus inversiones de capitales en energías renovables en 2022. «Así, la posibilidad de un futuro saludable queda todavía más lejos de nuestro alcance», advierte el estudio.

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