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Artículo de Fondo «El Mirador», Por Manuel Lozada (14-IX-2021).- Silvano Aureoles termina su mandato dejando al Estado de Michoacán sumido en la anarquía, el desorden, con una gigantesca deuda pública y con altos indices de inseguridad y el crimen organizado a todo lo que da.
No hay dinero para pagar el salario de los trabajadores estatales y tampoco hay dinero para pagar a los funcionarios. Mucho menos hay para pagar a los maestros. No hay dinero para la UMSNH, ni tampoco para los poderes Legislativo y Judicial.
Dicen los opositores que todo el dinero se lo acabaron en la promoción del candidato perdedor del PRI-PAN-PRD, a la gubernatura de Michoacán, Carlos Herrera y otra gran parte, se desapareció. A la mitad del 2021, Michoacán ya no tenía dinero en sus arcas.
Silvano se ha convertido en el hombre más odiado en Michoacán. No lo quieren ni sus funcionarios porque no les paga su salario. Hablan pestes de el. Los empresarios lo odian pues no le ha pagado sus servicios. La sociedad michoacana en general, pide que lo metan a la cárcel. Endeudó al Estado y no hay nada de obra pública. Prometió que en todos los municipios habría tranquilidad y seguridad.
Dicen que es un traidor a la Patria pues, se la pasa hablando mal del Estado, en el extranjero. Dice que el crimen organizado le dio la victoria en Michoacán a MORENA y el es el encargado de la seguridad de los habitantes de los 113 municipios, es el mandatario estatal !!! Que cinismo.
Durante los seis años se la ha pasado promocionando su imagen porque quería ser el candidato del PRD a la Presidencia de la República en el 2018 y también quiere en el 2024. Por eso nunca hay dinero.
Su gobierno ha pasado de mediocre a malo; malísimo. En los seis años de su administración siempre ha estado evaluado en el último lugar, ó, en el punúltimo.
Su compromiso no era con los michoacanos; era con Peña Nieto, con Osorio Chong y con Videgaray. Pa su madre, que amiguitos.
Sus grandes amigos son Jesús Zambrano y Jesús Ortega.
Su gobierno ha sido tan malo como el de Fausto Vallejo y el de Salvador Jara. Hay quienes dicen que es 100 veces peor.
No hay dinero para nada pero, el es inmensamente rico.
