¿Estado de imposibles? (Columna Política «Diputado 501»)

Columna Política «Diputado 501», Por Antonio TENORIO ADAME (02-XII-2025).- La presidenta CSP enfatizó su respuesta a la demanda de los campesinos de aumentar los subsidios a los granos básicos, diciendo que “no se puede prometer lo imposible”.

El reconocimiento de los límites de los recursos siempre es un flanco de autenticidad ante el compromiso oficial, al agregar que “hay que ser responsable “, el precio que piden es muy elevado, cerro la Presidenta.
Por otra parte, todo discurso político es flexible, como lo demostró el muro del 68; “lo difícil se resuelve ahora, lo imposible tarda un poco más”.

También el salario mínimo fue cuestionado como el chispazo que prendería la inflación a fin de mantenerlo congelado; cuando se arrancó el Tratado trilateral se rompió el mito y fueron los sindicatos de los vecinos los más interesados que se incrementaran las condiciones salariales.

El estallido del bloqueo carretero se ha adjudicado a los partidos opositores como los alentadores, en un inexplicable manejo de mesura y racionalidad al otorgarles un peso de influencia del que carecen y, al contrario, de convertirse en un artilugio de amenaza o debilitamiento, se ven favorecido como nunca más había ocurrido; o sea fortalecer al adversario.

En el debate por definir las corrientes que participan en la movilización de agricultores se pretende desentrañar la raíz que da contenido y la acción que determina la identidad de una movilización a la que acuden distintas expresiones partidarias o ideológicas; consecuentemente, parte de los manifestantes son dirigentes sociales de militancia o filiación de la izquierda.

No resultó extraño que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas pidiera se atendieran las demandas de los campesinos; del mismo modo, el economista Arturo Huerta señaló la ausencia de representantes federales en una fracasada reunión de comisiones de la Cámara de Diputados.

Se sabe bien que los recursos económicos siempre son limitados; lo que se debe valorar bien es que a dicha demanda esencial ha habido una respuesta que, por ahora, no es completamente satisfactoria, pero se debe comprometer una solución gradual para que a mediano plazo alcance la satisfacción plena, la cual consiste en garantizar la autonomía alimentaria con calidad; es decir, no amenace la extinción de la diversidad agro biológica de semillas originarias.

El Presupuesto de Egresos de la Federación se encuentra restringido en el área de gasto productivo, incapaz de generar empleo y satisfactores de mercado.

Ante la próxima revisión del TEMEC existe la presunción que la capacidad de negociación se vería restringida al favorecer a enmarcarlo en un acuerdo compuesto por dos convenios bilaterales con Estados Unidos con Canadá, y otro separado, con México, donde los privilegios y restricciones son para el más fuerte.

La tasa de desarrollo es casi nula, o sea menos de cero, la que ha vuelto a descender a menos 0.33 por ciento.
La afirmación de lo imposible por parte de la presidenta Sheinbaum es una expresión acotada por razones de Estado para evitar vuelcos precipitados en el orden económico o tensiones que agraven los equilibrios financieros.

En principio, se vive una tensión económica impulsada por las amenazas y los aranceles de Trump, donde se quebranta la esencia de la función del TEMEC; no obstante, se ha obrado con prudencia, aunque hay quien dice que son temores a la ira del imperio, pero la tendencia nos lleva a un tratado con funciones regresivas que debería ser denunciado para evitar su obligatoriedad.

Por ahora, el movimiento de los productores agrícolas es interno y se resuelve en el mercado local, pero su dinámica apunta a la salida del Tratado, comenzando por la nulificación de la “Bolsa de Chicago”, donde se establece el precio de los granos básicos mexicanos.

Un segundo escenario previsto en la lucha de los bloqueos será, más temprano que tarde, la reforma fiscal que determinará la obtención de recursos económicos de lo que hoy carece el Estado mexicano.

Es bien conocido que el rango de capacidad fiscal mexicano oscila alrededor del 20 por ciento de recaudación fiscal con respecto al PIB. En tanto en países de la Unión Europea su nivel de captación asciende hasta el 50 por ciento.

Quizá donde se encuentre la mayor resistencia a la modificación neoliberal del modelo de producción, sea en la política monetaria, por ser eje del modo neoliberal, donde el tipo de cambio de menos de 20 pesos por dólar determina un “dólar barato “con el que se alienta el flujo de importaciones y, en consecuencia, la falta de competencia de la industria nacional; de tal modo, es el mecanismo de frenar la inflación cuyo costo es elevadísimo, además que frena el crecimiento económico.
Se repite el “mito de Sísifo” condenado a subir la piedra que vuelve a rodar cuesta bajo una y otra vez. Pero son 25 años sin crecimiento y la “Generación Z”, en germinación, se espera sea la demandante del cambio.
De algún modo el “movimiento de agricultores” será el germen de una reforma fiscal que aumente el rango fiscalizado del Estado para que, a su vez, se abandonen los imposibles del futuro, como también es el detonador de la obstrucción del TEMEC en el desarrollo nacional.

Para fines constitucionales.
En la modernidad de la integración de los estados continentales, a la que se opone Trump, se tiene como referente el caso de Inglaterra que se adhirió al Mercado Común Europeo, como también salió con el Brexit, por medio de un referéndum. De tal suerte que México saldrá del TEMEC también por medio de un plebiscito, único medio de cambios sin violencia ni tensiones, sino ajustes de mercado.
Es decir, se lograría lo que es imposible por ahora