Columna Política «Gotas de Poder», Por José Cruz Delgado (26-IX-2025).- Como dicen en mi tierra, me quedé todo «apendejao» cuando escuché el cuarto informe de gobierno del morenista Alfredo Ramírez Bedolla, fue un informe de supuestos logros que resaltó sus «grandes obras», por cierto, inconclusas como los teferericos de Morelia y Uruapan, así como la autopista Siglo XXI, unas de las más mortíferas del país por el número de accidentes.

Más sorprendido me quedé cuando presumió que en cuatro años de gobierno se ha logrado una disminución del 60 por ciento del homicidio doloso, con lo que Michoacán ha salido de los primeros lugares en materia de este delito, cuando los datos recientes dicen todo lo contrario.
Habló de que ha sido retomada la legislación estatal que persigue de oficio el delito de extorsión, para que sea ahora una ley general para su aplicación en todo el territorio nacional, sin embargo, este delito va a la alza,
pues un medio de comunicación local publicó que a partir del miércoles a los productores y empacadores de limón se les empezó a cobrar a de dos a cuatro pesos por kilo, o sea, lo doble para poder comercializar el cítrico en Apatzingán.
De acuerdo con la información difundida por 90grados y medios nacionales, los grupos delincuenciales hace unos días les comenzaron a llamar para avisarles que la extorsión subió.
Ante esta situación, los cortadores pararon actividades hasta en un 70 por ciento y ya valoran parar definitivamente.
Ramírez Bedolla tampoco rindió cuentas sobre las desapariciones de personas, desplazamiento forzado, bloqueos carreteros, quema de vehículos ni enfrentamientos.
Fue tan cínico que dijo: «Llegamos sin compromisos inconfesables, gobernamos para los michoacanos y no para grupos fácticos», cuando es un secreto a voces que llegó al poder precisamente con el apoyo de esos grupos y ha sido acusado de tener presuntamente acuerdos con el crimen organizado.
Miente, porque en cuatro años en lugar en lugar de rescatar al estado de la inseguridad aumentó a escalas inimaginables.
Cínico dijo que su sexenio será recordado por su legado más grande, la infraestructura y obra pública que habrá de dejarse en todo el territorio sin deuda publica a través del programa Michoacán Construye, simplemente hay que recorrer las carreteras para darse cuenta del mal estado en que se encuentran.
De las y los diputados que fijaron una postura no hubo críticas serias en torno a la inseguridad, excepto el discurso del priista Memo Valencia. La oposición estuvo ausente.
Apenas si hubo algunas tímidas palabras al reírse a la inseguridad, como las de Grecia Aguilar Mercado, de Movimiento
Ciudadano, quien dijo que el 80% de los michoacanos se sienten inseguros, y lamentó la falta de soluciones integrales ante la apología del delito y la inseguridad.
El diputado priista Memo Valencia fue claro y contundente al señalar: «En Michoacán urge acabar definitivamente con el narcoterrorismo, el dominio de los cárteles delictivos que han convertido municipios enteros en territorios del miedo».
«Hay que desmantelar, abatir, capturar a esas redes delincuenciales transnacionales que operan impunemente en Michoacán, porque también con tiempo lo advertimos aquí en esta tribuna, hay colombianos, hay venezolanos disputándose nuestros territorios y eso también es una violación a nuestra soberanía nacional», reprochó al gobernador.
Contundente dijo que es fundamental, en esta lucha contra el crimen organizado, que se actúe de manera urgente, sobre todo por parte de la Federación porque a 4 años de administración morenista no se ve por ningún lado preocupación alguna del Gobierno Federal por atender los problemas de Michoacán y exigió a la federación enviar más elementos y más recursos, más bases de operaciones mixtas e interinstitucionales, así como invertir significativamente en tecnología para la seguridad pública.
Tiene razón, los michoacanos merecemos más que discursos, merecemos resultados, seguridad, oportunidades, un gobierno que trabaje todos los días con la intensidad que demanda la crisis que vivimos sin frivolidades.