25 de septiembre del 2025.- El Comando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (Norad) ha informado este jueves que aviones de combate estadounidenses han interceptado y rastreado a cuatro cazas y bombardeos rusos que realizaban una misión de patrulla en las cercanías de Alaska. La acción representa un nuevo episodio de fricción aérea en un contexto internacional marcado por las recientes incursiones de aeronaves rusas en territorio de la OTAN.

Según el comunicado, la alerta se activó el miércoles, cuando los radares detectaron a dos bombarderos estratégicos Tu-95 y dos cazas Su-35 penetrando en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Alaska, un área donde Estados Unidos exige que toda aeronave notifique su presencia, aunque no forme parte de su espacio aéreo soberano.
En respuesta, el Norad desplegó un avión de alerta temprana E-3, cuatro cazas F-16 y cuatro aviones cisterna KC-135 para garantizar la identificación y el seguimiento de los aparatos rusos.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha confirmado la operación en un comunicado difundido este jueves en Telegram, indicando que las aeronaves completaron un vuelo de más de 14 horas sobre aguas neutrales de los mares de Bering y Ojotsk. La misión incluyó maniobras de repostaje en pleno vuelo y, según Moscú, en algunos tramos las aeronaves fueron seguidas por «cazas extranjeros».
El organismo ha subrayado que «todos los vuelos de las Fuerzas Aeroespaciales rusas se llevan a cabo en estricta correspondencia con las normas internacionales sobre el uso del espacio aéreo». A este respecto, el Kremlin ha recordado que la aviación estratégica rusa efectúa regularmente patrullas de este tipo sobre aguas neutrales del Ártico, el Atlántico norte, los mares Negro y Báltico, así como del océano Pacífico.
Segundo episodio en menos de un mes
El episodio de incursión aérea en zonas cercanas a Alaska no es un hecho aislado. El pasado agosto, aeronaves rusas ya realizaron una patrulla similar sobre aguas neutrales del mar de Barents, igualmente cerca de Alaska, en una señal de continuidad de este tipo de maniobras estratégicas.
Aunque el Norad ha subrayado que en ningún momento los aviones rusos ingresaron en el espacio aéreo estadounidense o canadiense, la frecuencia de estas patrullas se interpreta como un recordatorio del alcance global de la aviación estratégica de Moscú. Una muestra de poder en un momento donde los países miembros de la OTAN han incrementado su nivel de alerta por las constantes violaciones rusas a su espacio aéreo.
En este contexto, el presidente estadounidense, Donald Trump, llegó a sugerir recientemente la posibilidad de derribar a las aeronaves rusas que ingresen ilegalmente en el espacio aéreo aliado, aunque supeditó sus palabras a las «circunstancias» que envuelvan a cada incursión.