- Yarabí Ávila ha demostrado temple, coraje y capacidad.
Columna Política «El Francotirador», Por José Cruz Delgado (10-VII-2025).- Dicen que las mujeres son frágiles pero no, eso se creía, hoy en día han demostrado que tienen temple y coraje, es el caso de la Rectora de la Universidad Michoacana, Yarabí Ávila González, una mujer que si bien su carrera política no es muy larga ha sabido mantenerse firme y demostrado que puede, su arribo a la Casa de Hidalgo era una incógnita.

Aunque el inicio de su carrera política inició junto al ex rector y ex gobernador, Salvador Jara Guerrero, supo forjar su propio camino y empezó a brillar con luz propia gracias a su capacidad. Primero fue diputada local por el PRI, y volvió a reelegirse y volvió a ganar en las urnas, ella sí fue producto del esfuerzo y no del privilegio, nadie le regaló nada, todo lo ha ganado a base de inteligencia y esfuerzo.
Como legisladora fue brillante, puede decirse que una de las mejores y llamo la atención del actual gobernador Alfredo Ramírez Bedolla que, tras ganar la elección, pasa a formar parte de su gabinete como secretaria de educación, luego regresa a su alma mater, promovida, según diversos indicios, por el propio gobernador a ocupar la rectoría, pero desde el inicio gozó de las simpatías de la comunidad universitaria, precisamente por ser egresada de la institución, su carisma y capacidad.
Los universitarios y personal académico y administrativo vieron en ella una luz de esperanza luego del desastroso papel del entonces rector Raúl Cárdenas Navarro que no era egresado de la universidad pero fue impuesto por el entonces gobernador perredista Silvano Aureoles Conejo y su administración estuvo plagada de presuntas irregularidades y sumió a la institución en la mediocridad pero favoreció a amigos y familiares. Su gestión fue de las más terribles junto con la Jaime Hernández Díaz.
La llegada de Ávila González era la esperanza para que saliera de la mediocridad la Casa Nicolaita y ni se equivocaron al elegirla, pues hoy es una de las mejores a nivel nacional e internacional.
Para iniciar reinstaló a los alrededor de 50 trabajadores académicos y administrativos injustificadamente despedidos por Cárdenas Navarro y recuperó un cierto número de plazas académicas ilegal e ilegítimamente asignadas por él a amigos y familiares de sus más directos colaboradores.
Redujo el déficit de la universidad y es claro que cuenta con más apoyos del gobierno del estado que el que, en el periodo anterior, escatimaba Silvano Aureoles a la institución. En el reciente movimiento estudiantil en la Facultad de Medicina satisfizo una de las principales demandas, que era la de revocar el cobro por los cursos de inglés, obligatorios en el plan de estudios.