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05 de junio del 2025.- El presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, han mantenido su primera llamada telefónica desde el inicio de la guerra arancelaria en la que han pactado una reunión entre sus respectivos equipos, según el mandatario estadounidense, que califica el diálogo de «muy positivo». Xi ha invitado a Trump a visitar su país y, en un comunicado, ha indicado que para «enderezar» las relaciones bilaterales hay que descartar cualquier «interferencia» o «sabotaje».
La Casa Blanca adelantó el martes que «esta semana» tendría lugar una conversación entre los dos líderes con el fin de impulsar las negociaciones comerciales de sus respectivos países, que se han acusado de vulnerar el pacto de rebaja arancelaria al que habían llegado en mayo.
«Acabo de concluir una excelente conversación telefónica con el presidente Xi de China, en la que abordamos algunos de los detalles de nuestro reciente acuerdo comercial. La llamada duró aproximadamente una hora y media y tuvo un resultado muy positivo para ambos países», ha informado Trump en su red social, Truth Social. «Ya no debería haber dudas sobre la complejidad de los productos de tierras raras», ha indicado el líder de EE.UU., que había acusado a Pekín — que controla el 70% del mercado mundial— de bloquear nuevas licencias de exportación de estos minerales.
A mediados de mayo, delegaciones de ambos países se reunieron en Ginebra y alcanzaron un pacto temporal para reducir las tasas arancelarias durante 90 días. Así, China reduciría del 125% al 10% los aranceles sobre productos estadounidenses y EE.UU. haría lo propio del 145 % al 30% para los bienes chinos. Sin embargo, los últimos días han estado marcados por las acusaciones mutuas de violación del acuerdo arancelario, el segundo que alcanza Washington, que cerró un primer pacto con Reino Unido a principios de mayo.
El líder republicano ha informado de que en la delegación estadounidense estarán el secretario del Tesoro, Scott Bessent; el secretario de Comercio, Howard Lutnick; y el representante comercial de Estados Unidos, el embajador Jamieson Greer. Además, ha asegurado que Xi «tuvo la amabilidad» de invitarle tanto a él como a la primera dama, Melania Trump, a visitar China. «Como presidentes de dos grandes naciones, esto es algo que ambos esperamos con entusiasmo», ha dicho.
Durante la llamada, los líderes han hablado «casi exclusivamente» de comercio, según Trump. «No se habló de Rusia, Ucrania ni Irán», ha indicado el presidente. Previamente, la Embajada china en Estados Unidos había indicado que la llamada se ha llevado a cabo «a petición» de Trump en una breve publicación en X en la que no ha dado más detalles.
Xi pide descartar «sabotajes» para encauzar la relación
La agencia estatal de noticias china Xinhua recoge un comunicado de Xi en el que afirma que «el diálogo y la cooperación» son la «única opción correcta» para China y Estados Unidos. El mandatario chino ha insistido en que su país siempre cumple sus promesas y ha instado a cumplir el acuerdo alcanzado en Ginebra que, asegura, Pekín ha ejecutado con «seriedad y diligencia».
«Para enderezar el rumbo de la gran nave de las relaciones sino-estadounidenses, nos incumbe a nosotros dirigirla con firmeza y fijar un rumbo claro, descartando resueltamente cualquier interferencia, o incluso cualquier intento de sabotaje. Esto es particularmente crucial», ha dicho el jefe de Estado chino en declaraciones por la agencia oficial de prensa Nueva China.
Asimismo, Xi ha señalado que EE.UU. debería reconocer los «progresos realizados» y «retirar las medidas negativas impuestas» al gigante asiático. Reconoce que ambos países deben mejorar la comunicación en áreas como asuntos exteriores, economía o comercio, entre otros, y ha subrayado que Washington debe «manejar la cuestión de Taiwán» para que los «separatistas» empeñados en la «independencia» de este territorio no arrastren a China y Estados Unidos al «peligroso terreno de la confrontación».
El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, afirmó a finales de mayo en la Cumbre de Defensa del Diálogo en Shangri-la que China busca «alterar el status quo de la región» por su creciente presión sobre Taiwán —isla autogobernada que el Partido Comunista Chino considera parte de su territorio— y sostuvo que Pekín «acosa a Taiwán cada día». Tras estos comentarios, el Ministerio de Exteriores chino advirtió a Washington de que «no debe jugar con fuego».
China advierte a EE.UU. de que «no juegue con fuego» tras los comentarios de Hegseth sobre Taiwán
Ambos se habían acusado de violar su acuerdo arancelario
En los últimos días, ambos países se habían acusado de incumplir el pacto alcanzado en Ginebra. El primero en lanzar una acusación fue Trump, aunque no especificó en qué términos específicos Pekín había incumplido, según él, «gran parte del acuerdo». «Estoy seguro de que hablaré con el presidente Xi y espero que podamos resolverlo», dijo en una rueda de prensa.
El lunes fue Pekín el que acusó a Washington de saltarse el acuerdo al poner en marcha lo que considera medidas de «supresión extrema», como controles a la exportación de semiconductores y la cancelación de visados a estudiantes chinos. El gigante asiático, que defendió que cumple «estrictamente lo pactado», aseguró además que «tomaría medidas firmes» para defenderse.
La última llamada entre Xi y Trump que se dio a conocer tuvo lugar en enero, a pocos días de la toma de posesión del presidente republicano. Durante el primer mandato de Trump se reunieron en varias ocasiones, pero no se han visto cara a cara desde las conversaciones de 2019 en Osaka, Japón. Xi viajó por última vez a Estados Unidos en noviembre de 2023, para una cumbre con el entonces presidente Joe Biden, que dio lugar a acuerdos para reanudar las comunicaciones entre militares y frenar la producción de fentanilo.
