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10 de noviembre del 2025.- El expresidente francés Nicolas Sarkozy, condenado a cinco años de prisión por corrupción, ha salido este lunes de la cárcel parisina de La Santé, dónde pasó tres semanas. El Tribunal de Apelación de París ha decretado su puesta en libertad con control judicial en el marco de la trama de financiación ilegal del régimen de Muamar el Gadafi para las elecciones presidenciales francesas de 2007 que le llevaron al Elíseo.
«Se ha hecho justicia. Ahora voy a preparar el juicio de apelación. Toda mi energía se centra en un único objetivo: demostrar mi inocencia. La verdad triunfará. Es algo que la vida nos enseña. El final de la historia aún está por escribir», ha expresado Sarkozy en un mensaje en sus redes sociales.
Quien fuera exjefe de Estado desde 2007 hasta 2012 también ha dado las gracias a todas las personas que le han apoyado durante el tiempo que ha permanecido en la prisión en la que entró el 21 de octubre pasado. «Ahora que recupero mi libertad y a mi familia, quiero expresar mi gratitud a todas las personas que me han escrito, apoyado y defendido. Sus miles de mensajes me han conmovido y me han dado fuerzas para soportar esta prueba», ha indicado.
Gran expectación mediática
Sarkozy ha salido por la puerta principal de la prisión de La Santé sobre las 15.00 horas locales (14.00 GMT) en su coche oficial, con las ventanas cerradas, y una escolta policial, según ha constado la Agencia EFE. La escena ha sido seguida ‘in situ’ por medio centenar de medios de comunicación y apenas una decena de curiosos que grababan con sus teléfonos móviles.
Solo una decena de minutos después, el exjefe de Estado (2007-2012) llegaba a su domicilio parisino en el distinguido distrito XVI de París, donde también había una fuerte presencia de medios de comunicación, y donde tampoco hizo declaraciones.
Estrictos controles judiciales
El Tribunal de Apelación de París ha decidido poner en libertad condicional vigilada con «estrictos controles judiciales» al expresidente de Francia, Nicolás Sarkozy, que también tendrá prohibido salir del país.
Según el tribunal, no hay riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas. Su veredicto llega después de haber examinado este lunes la petición de los abogados de Sarkozy, que negaban el riesgo de fuga y veían riesgo para la integridad del político, de 70 años de edad. Antes de anunciar su veredicto, la Fiscalía de Francia también instaba a concederle la libertad con control judicial.
Aunque todavía no se ha confirmado, podrían imponerle un brazalete electrónico, como ya ocurrió en otros casos por los que ha sido condenado. También se le ha prohibido contactar con los otros dos acusados en el caso y con el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, que ha acudido a visitarle a la prisión.
Sarkozy afirma que es víctima de «una manipulación»
Horas antes de hacerse pública el veredicto, Sarkozy ha comparecido por videoconferencia, donde ha vuelto a defender su inocencia y ha afirmado que es víctima de «una manipulación».
El expresidente francés ha sido condenado a cinco años de prisión por asociación indebida y permitir que sus asesores que negociaran con el régimen de Gadafi para conseguir fondos. No obstante, lo que no se ha demostrado todavía es que con ese dinero financiara su campaña presidencial de 2007. Sus abogados recurrieron la sentencia y se espera que el nuevo juicio sea en marzo de 2026.
El tribunal ordenó el 25 de septiembre su ingreso inmediato en prisión para evitar una posible destrucción de pruebas, algo que ahora no ve como un riesgo y justifica su puesta en libertad condicional. El pasado 22 de octubre, el expresidente pasó su primera noche en La Santé, bajo un dispositivo especial de seguridad y un régimen de aislamiento parcial donde se trasladaba con escolta y no compartía espacios comunes.
Este no es el único caso que tiene abierto Sarkozy. El próximo 26 de noviembre, el expresidente conocerá la sentencia del Tribunal Supremo sobre otra condena de un año de cárcel —reducida a seis meses— por una trama de facturas falsas para financiar actos electorales en la campaña para su reelección de 2012. También fue condenado a un año de cárcel por corrupción y tráfico de influencias. En ambos casos, se le impuso arresto domiciliario y brazalete electrónico.
