*Michoacán, tierra de tradiciones, pero también de horror y muerte
*Sábado sangriento.
*Ante atroces crímenes los morenistas y aliados guardan silencio.
*Juicio político a Ramírez Bedolla y su gabinete de seguridad por omisión.
*Siete alcaldes asesinados y uno desaparecido en la administración morenista.
*En Michoacán nadie está a salvo, hay ingobernabilidad.
Columna Política «Gotas de Poder», Por José Cruz Delgado (03-XI-2025).- Lo que parecía un día de celebración por el Día de Todos los Santos en Michoacán, se convirtió en terror y muerte. La delincuencia dió muestras de su poderío y de quien manda en el estado, 1 de noviembre estuvo marcado por la violencia y muerte ante un gobierno que ha sido rebasado por la delincuencia.

En menos de quince días el estado se convulsionó por los homicidios de de dos políticos de renombre, Bernardo Bravo, el polémico alcalde de Uruapan Carlos Manzo, además del sobrino del legendario fundador de las autodefensas Hipólito Mora, mientras que las y los diputados de Morena y sus aliados, PT y PVEM aseguran que el inútil gobernador Alfredo Ramírez Bedolla está dando buenos resultados en materia de seguridad y se niegan a llamarlo a cuenta convirtiéndose en cómplices de la maldita violencia que cada día crece en el estado.
Algunos actores políticos condenarán los hechos y se desgarran las investiduras, algunos morenistas tímidamente que es lamentable lo ocurrido y que el gobernador está trabajando en coordinación con el gobierno federal y que se están dando buenos resultados, mientras que los líderes partidistas intentarán sacar raja política pero de exigirle al gobernador resultados mucho menos juicio político contra Alfredo Ramírez Bedolla por omiso y todos los encargados de la seguridad y pedirles sus renuncias.
Tras el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, se volvieron escuchas las mismas palabras demagógicas de las autoridades federales, «este crimen no quedará impune», pero son cientos de personas asesinadas que han quedado impunes a causa de un gobierno indolente.
Ante el avance de la delincuencia ya se le debió ver pedido la renuncia de Alfredo Ramírez Bedolla, pero no, los intereses partidistas están antes que la paz y la seguridad de las y los michoacanos.
El gobierno federal dijo que la prioridad es esclarecer el móvil del homicidio, detener a todos los implicados y enviar una señal firme frente a los ataques contra autoridades municipales, un fenómeno que ha encendido alertas nacionales.
En lo que va de la fallida admiración de Ramírez Bedolla, siete alcaldes han sido asesinados y uno más desaparecido y en todo los casos se ha dicho lo mismo:»este crimen no quedará impune», pero en Michoacán es precisamente lo que predomina: la impunidad.
El fallido gobernador sale con la misma estupidez cuando ocurren estos eventos «condenamos enérgicamente estos lamentable hechos, como si condenar y lamentar fuera suficiente.
ALCALDES ASESINADOS
Enrique Velázquez Orozco, edil de Contepec, César Arturo Valencia Caballero, alcalde de Aguililla, Guillermo Torres Rojas, alcalde de Churumuco, Yolanda Sánchez Figueroa, presidenta municipal de Cotija la presidenta de Tepalcatepec, Martha Laura Mendoza Mendoza y el de Tacámbaro, Salvador Bastida García, además de uno más desaparecido.
Una cifra aterradora ante la ineptitud de un gobierno que no ha sabido imponer el Estado de Derecho. Michoacán tiene un gobernador omiso e indolente, que arribó al poder con el apoyo de presuntos grupos fácticos y desde siempre se supo que él no iba a gobernar, sino los delincuentes.
Efectivamente, Michoacán, es una tierra de tradiciones, pero también de horror y muerte donde los ediles están entre la espada y la pared por el acoso de los grupos delincuenciales y si no obedecen son blanco fácil de las balas.
El morenista Alfredo Ramírez Bedolla minimiza el peligro de los alcaldes porque dice que no solicitan seguridad adicional.
El aprendiz de policía y titular de Seguridad Pública, Juan Carlos Oseguera Cortés, arribó a Uruapan después del atentado del edil dizque para «encabezar las labores de control, supervisión y reforzamiento de la vigilancia», un hombre que nada sabe de seguridad pública cuyo único mérito es ser amigo del gobernador, un hombre que cuando asumió el cargo dijo que no sabía nada pero que le dieran chance para aprender, sí, aprendió pera a nadar de a muertito.
Este atentado revive la preocupación por la seguridad en Uruapan, uno de los municipios más afectados por la violencia en Michoacán, y coloca nuevamente bajo escrutinio la vulnerabilidad de los funcionarios locales frente al crimen organizado.
Con condenado enérgicas no se para la violencia.
Bien dice el PRI, una vez más nuestro estado ha sido blanco de un cobarde acto en el que el alcalde de Uruapan, Carlos Manzo perdió la vida, así como otro funcionario de dicho municipio se encuentra herido».
En Michoacán la violencia ya rebasó todos los límites y queda claro que el crimen organizado se apoderó de las actividades económicas, políticas y sociales.
Los poderes fácticos ya no solo retan a las autoridades, las desafían; con acciones letales, los criminales demuestran quién manda y quién decide el destino de Michoacán.
Del horror al terror, así nos han llevado los criminales a las y los michoacanos, sin que el Gobierno Federal y el Gobierno estatal hagan algo.
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla no pueden decir que nadie se los advirtió: Bernardo Bravo Manríquez y Carlos Alberto Manzo Rodríguez hicieron denuncias públicas y llamaron de mil maneras a la intervención oficial contra la delincuencia.
Pero la Presidenta y el Gobernador pusieron oídos sordos; negación y frivolidad caracterizan a los dos niveles de gobierno responsables de contener el narcoterrorismo y las extorsiones.
Con total impunidad, ante la inoperancia del régimen morenista, a balazos callan las voces que se atreven a denunciar la injerencia del crimen organizado imperante en todos los rincones del estado.
En Michoacán nadie está a salvo. El asesinato de Carlos Manzo, sepulta, de una vez por todas, la seguridad y la gobernabilidad.
Ahuizote Agencia de Información Ahuizote.com