09 de octubre del 2025.- El alto el fuego en la Franja de Gaza, acordado entre Israel y Hamás este jueves tras días de conversaciones en Egipto, entrará definitivamente en vigor una vez el Gobierno de Israel lo apruebe por la tarde. Su ratificación pausará en las siguientes 24 horas dos años de masacre que han dejado más de 67.000 palestinos muertos.

La reunión del gabinete de seguridad israelí, que ha empezado pasadas las 19.00 hora local (18.000 hora española), será el paso definitivo para poner en marcha el pacto, el cual incluye un intercambio de rehenes israelíes y prisioneros palestinos en las siguientes 72 horas, la retirada parcial de Israel de Gaza y la entrada masiva de ayuda humanitaria en el enclave. Todavía no se ha concretado la fecha para la liberación de los rehenes, pero, según el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, esto ocurrirá el «lunes o martes». Pese a que Israel aún no ha revelado la lista de posibles palestinos que serán liberados, sí ha aclarado que no serán líderes palestinos como, el líder de líder del Fatah, Marwan Barghouti.
Dentro del acuerdo de alto el fuego, se formará un grupo de trabajo internacional para localizar los cadáveres de los rehenes en Gaza. Este estará formado por los principales mediadores en las negociaciones: Estados Unidos, Catar, Egipto y Turquía, así como Israel. Asimismo, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado que participará en los esfuerzos para supervisar la implementación del alto el fuego.
El pacto constituye la primera fase del llamado «plan Trump» para Gaza, un marco de veinte puntos diseñado por el presidente estadounidense para poner fin al conflicto entre Israel y Hamás. «Me enorgullece anunciar que Israel y Hamás han firmado la primera fase de nuestro plan de paz. Esto significa que todos los rehenes serán liberados muy pronto e Israel retirará sus tropas a una línea acordada como primer paso hacia una paz sólida, duradera y duradera. ¡Todas las partes recibirán un trato justo!», ha detallado el mandatario en su red Truth Social.
La comunidad internacional, encabezada por Egipto y Arabia Saudí, ha calificado el acuerdo de «paso histórico hacia una paz justa y duradera», aunque ha advertido de que el proceso será frágil mientras no se aborde la cuestión de fondo: la creación de un Estado palestino independiente.
El anuncio también ha sido recibido con celebraciones tanto en Israel como en Gaza, si bien la tregua aún está marcada por la incertidumbre. Los ataques aéreos israelíes han continuado durante la noche del miércoles, y el Ministerio de Sanidad gazatí informó de diez muertos y 49 heridos en las horas previas a llegar al acuerdo.
Desde el reinicio de la ofensiva israelí tras un breve alto el fuego en enero de este año, más de 2.600 palestinos han perdido la vida mientras intentaban conseguir comida, en un territorio declarado oficialmente por la ONU en situación de hambruna.
Horas antes de la esperada firma para la entrada en vigor de un alto el fuego en Gaza, la Defensa Civil del enclave advirtió a la población que no intentase tanto regresar a sus casas en la ciudad de Gaza como abandonar la capital, a fin de evitar cruzarse con tropas israelíes.
El futuro del alto el fuego
El acuerdo alcanzado en Egipto no solo busca detener los combates, también establecer un marco político para el devenir de Gaza. En este contexto, la propuesta de Trump prevé la creación de un organismo internacional que administraría temporalmente Gaza bajo supervisión estadounidense, y que incluiría la participación del ex primer ministro británico Tony Blair.
Tanto Hamás como parte de los países árabes se oponen a que figuras extranjeras asuman el control político del enclave. En su lugar, proponen que una administración tecnócrata palestina, respaldada por la Autoridad Nacional Palestina y por gobiernos árabes, tome el relevo.
En Israel, el acuerdo divide a la coalición de Benjamin Netanyahu. Mientras el primer ministro lo ha calificado como «un éxito diplomático y moral», varios ministros ultraderechistas, como el titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, han advertido que se opondrán a cualquier pacto que deje con vida a la estructura militar de Hamás. Aun así, fuentes gubernamentales han señalado a Reuters que la votación de esta tarde es «meramente procedimental», ya que el Ejecutivo israelí ha dado su visto bueno preliminar durante las negociaciones.
La ayuda humanitaria regresa a Gaza
La implementación del alto el fuego incluirá a su vez, y siempre y cuando las partes se apeguen al plan de Trump, un incremento sustancial del flujo humanitario hacia Gaza. Hasta 600 camiones diarios de alimentos, medicinas y combustible podrán entrar por los pasos controlados por Israel. Pese a que organizaciones internacionales, Estados y Hamás han denunciado en varias ocasiones a Israel por impedir la entrada de dicha ayuda, Tel Aviv ha señalado que esta siempre ha entrado, pero ha sido Hamás quien impide que llegue a los gazatíes.
A este respecto, el Consejo Noruego para los Refugiados, uno de los mayores grupos de ayuda independientes que trabajan en Gaza, ha afirmado que el plan del Trump de aumentar la ayuda a los gazatíes que padecen hambre como parte de un alto el fuego fracasará a menos que todos los grupos de ayuda puedan reanudar sus operaciones.
En las calles de Tel Aviv y de Gaza, la noticia ha provocado escenas de euforia. «No puedo respirar, no puedo explicarlo… es una locura”, ha señalado a la agencia Reuters la israelí y madre de uno de los rehenes, Einav Zaugauker.
En la calle Jaffa de Jerusalén, una de las arterias comerciales más transitadas de la ciudad, el ambiente festivo contrasta con la tensión de los últimos años. «Es esperanzador después de dos años de guerra», ha señalado a EFE Elías, un joven de originario de Melilla que reside en Israel desde hace una década.
En Jan Yunis, al sur de Gaza, Abdul Majeed Abd Rabbo lo resumía así a Reuters: «Hoy todo Gaza está feliz. Ojalá este alto el fuego signifique el fin de tanta sangre». Sin embargo, algunas calles de la ciudad de Gaza no han registrado grandes aglomeraciones. «La gente sigue preocupada, muchos no saben del futuro de este acuerdo. Están preocupados por que una vez tenga [Israel] los rehenes, vuelvan», ha señalado a EFE Mohammed Salha, que trabaja en los hospitales de la organización gazatí Al Awda.