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Morena y sus escándalos de corrupción (Columna Política «Gotas de Poder»)

Columna Política «Gotas de Poder», por José Cruz Delgado (23-IX-2025).- Al partido en el poder (Morena) lo persiguen los escándalos de la corrupción, ya no la ve llegar, cada día más políticos y políticas inmiscuidos en actividades ilícitas. El último fue protagonizado por la exalcaldesa de Playas de Rosarito y actual diputada federal por Morena, Hilda Araceli Brown Figueredo, quien fue señalada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como colaboradora directa con el crimen organizado.

De acuerdo con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), durante su gestión municipal, Brown habría servido de puente político entre la facción de Los Mayos del Cártel de Sinaloa y el gobierno local, protegiendo operaciones de los hermanos Arzate —jefes de plaza en la región— y facilitando nombramientos estratégicos en la administración pública.
El informe de sanciones la describe como parte de una red que incluía a empresarios y operadores políticos, a través de los cuales el cártel lavó dinero, recaudó extorsiones y aseguró protección institucional en Rosarito, un corredor clave para el tráfico de drogas hacia California.
El documento sostiene que a través de empresarios locales y el operador político Candelario Arcega, la entonces presidenta municipal permitió la colocación de aliados del cártel en puestos estratégicos del gobierno municipal y facilitó acuerdos con la Secretaría de Seguridad Pública local.
El gobierno estadounidense incluyó a Brown en su lista negra bajo las órdenes ejecutivas 14059 y 13224, que permiten congelar activos, bloquear transacciones y sancionar a quienes colaboren con organizaciones criminales o terroristas.
El último de los escándalos fue el nombramiento de Carlos Lomelí Bolaños, como presidente de la Comisión de Marina, a pesar de a pesar de su turbio historial de corrupción, negocios con el gobierno y vínculos confesos con el narcotráfico, quien ha gozado de la protección del ex presidente Andrés Manuel López Obrador y ahora de la presidenta Claudia Sehimbaum.
Pese a que la Secretaría de la Función Pública abrió varias investigaciones en su contra por corrupción y conflicto de interés, sus presuntos actos de corrupción fue premiado con dicho nombramiento que, según
especialistas, es un contrasentido que erosiona la credibilidad del Senado.
Sin duda, fue un duro fregadazo político para Alito, dirigente nacional del PRI quien era el titular de dicha comisión y para Morena fue muy oportuna su remoción tras los escándalos de corrupción de altos mandos de la Secretaría de Marina. Efectivamente, la designación fue presentada como un simple relevo institucional, pero en los hechos significa que la institución responsable de supervisar la Armada de México queda en manos de un político señalado por Estados Unidos de haber vendido químicos al Cártel de Sinaloa.
Desde la oposición, el nombramiento fue tachado de «albazo» y «revanchismo político» pero palo dado ni Dios lo quita.
El priista Manuel Añorve acusó
que Sheinbaum solo administra problemas heredados de López Obrador al tener que salir todos los días a justificar los escándalos de corrupción, la expansión del crimen organizado y los conflictos con el gobierno de Estados Unidos. El problema de la presidenta es que no gobierna, administra la maldita herencia de López Obrador: La Barredora, el huachicol fiscal, los hijos del expresidente, Segalmex, los medicamentos de Birmex, el fracaso de las caravanas de salud. Ella carga con problemas que no generó, pero que todos los días la rebasan, afirmó.
El senador Alito Moreno dijo que la medida responde a un acto de autoritarismo y revancha política por parte de López Hernández. Sostuvo que su postura crítica hacia el gobierno de Morena, al que acusa de corrupción y complicidad con el narcotráfico, motivó su destitución.
Por lo pronto anunció que emprenderá una gira internacional para denunciar lo que calificó como la existencia de un «narco gobierno terrorista» en México.
Tiene razón la presidenta Claudia Sehimbaum, Andrés Manuel López Obrador está en el corazón de la gente, pues se le recuerda como el peor mandatario de todos los tiempos, el que más endeudó al país, el que dió abrazos a los delincuentes y el que fomentó la corrupción y tráfico de influencias, así que ni como olvidarlo.
Sehimbaum, su administradora continúa su legado y no solo eso sino que se ha convertido en su defensora de oficio.
Dijo la presidenta que a casi un año de que concluyó el gobierno de López Obrador, persiste una campaña de calumnias contra él por parte de quienes no aceptan haber perdido privilegios, sí, se los quitó para dárselos a sus secuaces.
A pesar de las críticas, Sheinbaum aseguró que López Obrador sigue presente en el corazón de la población.
El presidente López Obrador está en el corazón del pueblo de México y de ahí nunca se lo van a arrebatar, claro que no presidenta, seguirá siendo el presidente más ratero de la historia.

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