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04 de septiembre del 2025.- El Gobierno de los talibanes ha elevado este jueves a 2.205 el número de muertos y a 3.640 el de heridos en el terremoto de 6,0 del pasado domingo en el este de Afganistán, haciendo de esta una de las tragedias más letales de la última década en este país. «Hasta la fecha, se han recuperado los cuerpos de los mártires, lo que eleva el número total de fallecidos confirmados a 2.205 y el de heridos a 3.640», ha dicho en un mensaje publicado en su perfil de X el portavoz adjunto de los talibanes, Hamdullah Fitrat.
El portavoz ha informado que las labores de rescate y socorro continúan en la provincia de Kunar, la más afectada por el seísmo, y en las regiones vecinas, fronterizas con Pakistán. «Se han instalado tiendas de campaña para familias desplazadas en varios lugares, y se está llevando a cabo la distribución organizada de asistencia humanitaria primaria y urgente», ha detallado Fitrat.
El dirigente talibán ha informado de que las operaciones de búsqueda y rescate continúan llevándose a cabo entre los escombros de las viviendas destruidas en los distritos de Noor Gul, Chawkay y Manogai. En el cuarto día tras el devastador terremoto, las posibilidades de hallar a personas con vida en la zona cero disminuyen notablemente.
Otro seísmo de magnitud 4,7 empeora la situación
Este jueves se ha registrado además otro terremoto en la misma zona del país, en este caso de magnitud 4,7. El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) ha reportado el nuevo seísmo, que se produjo 13 kilómetros al noreste de la ciudad de Jalalabad, en la provincia de Nangarhar, a las 10:40 horas (6:10 GMT), y a una profundidad de solo 10 kilómetros.
En este momento, la llegada de la ayuda humanitaria para las personas que lo han perdido todo es la prioridad de las autoridades de facto afganas, de las ONG activas en la zona y de las agencias internacionales que operan en el este de Afganistán. Este jueves, el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) advirtió que el terremoto ha golpeado a un país «al límite», que arrastra múltiples crisis humanitarias desde hace décadas, con recursos locales desbordados y una financiación insuficiente para la escala de esta emergencia.
La llegada de la asistencia por vía terrestre a la zona cero se ha visto muy dificultada en los últimos días por el bloqueo de las carreteras tras el terremoto. La respuesta de algunos países, organizaciones humanitarias y agencias internacionales ha comenzado a llegar a la zona mediante puentes aéreos y convoyes terrestres.
El terremoto del domingo es el más grave que ha sufrido Afganistán en las últimas décadas, superando al ocurrido en octubre de 2023 en la provincia occidental de Herat, que causó más de 1.500 muertos, según cifras del Gobierno talibán.
