Columna Política «Diputado 501», Por Antonio Tenorio Adame (01-IX-2025).-
La escena final de la clausura de la Comisión Permanente es ilustrativa del retroceso decadente de violencia que tiende a envolver al país en sus redes.
¿ Entender sus causas abre la posibilidad de evitar que nos arrastre la avalancha?.

Aún no se agotaban las críticas a la violencia protagonizada por los senadores “Alito” Moreno m, del PRI, y el presidente del Senado,Gerardo Fernández Noroña, de Morena, cuando aconteció el relevo institucional de la Mesa Directiva del Senado con la elección unánime de la senadora Laura Itzel Castillo Juárez, quien revalorizó los principios republicanos de la representación del federalismo mexicano.
El Congreso llegó al punto axial de los valores para emprender otra vez su jornadas de entendimiento en los conflictos y la justicia ante los despojos.
Las minorías incluidas fortalecen la democracia.
La vía del consenso de unanimidad de las fracciones del Senado en la elección de la nueva Presidenta, dan la primera señal de la urgente renovación de la Mesa Directiva sin caer en el linchamiento mediático contra el Presidente del Senado saliente, o favorecer la acción pugilista de su agresor, donde se vertieron distintas y encontradas versiones, menos las causales y las estructurales tan necesarias para rescatar la experiencia.
La causa de exabrupto en el Senado son parte de un acuerdo privado, fuera del orden del día que fue agotado; su contenido original está sujeto a las versiones que gusten dar sus protagonistas; es decir, siempre a su favor.
Por lo que se refiere a la causa privada, queda solo la vía de suposición a partir de los hechos circunstanciales, tales como: el deslizamiento del senador poblano, presidente en la entidad del PRI, quien se incorporó a Movimiento Ciudadano, dejando al descubierto la vicepresidencia que se le otorgaría al PRI, al pasar como bastión del Verde.
El motivo estructural de problema fue condicionar el sistema presidencial unipersonal o tradicional a un esquema parlamentario, o de “control”, dicen los mal pensados, al formar gabinete por medio del mecanismo conocido popularmente como “corcholatas”, otorgando posiciones ministeriales de acuerdo con el peso de los votos obtenidos.
Como argumento a favor de las “corcholatas” se garantizó la unidad, sin que ningún precandidato pasara de la inconformidad a la rebelión.
No obstante, los resultados abrieron grietas y ocasionaron raspones como que el secretario de Gobernación, responsable de la política interior, fuera rebasado por un diputado federal, aunque en el ejercicio del poder se le concediera el control como líder del Senado con la Jucopo.
En el desaguisado de las “corcholatas” se falsifica la capacidad del polemista en el debate de Fernández Noroña, y en “vías de consolación” se le abre la designación de Presidente de la Mesa Directiva. Luego no escaló el escaño legislativo, sino su reconocimiento lo obtuvo por su empeño frustrado de ser cabeza del Ejecutivo.
Entre las responsabilidades que se exigen al cargo de dicha Presidencia destaca la de hacer guardar el orden, tareas imposibles para el senador Noroña, quien destaca como polémico inagotable e invicto en el debate.
¿Se ha pasado ya a feliz término de un parlamentarismo falsificado?; o bien ¿se inicia la era del “claudismo» dentro de un orden racional plagado de incertidumbre con presiones externas enfrentadas con serena resistencia constitucional?
Las mayorías democráticas son incluyentes.
Los aires del cambio llegan al Senado con Laura Itzel Castillo Juárez, quien obtiene el consenso unánime de las bancadas que integran la Cámara alta, con el compromiso de trabaja con institucionalidad sin declinar sus principios, ni tampoco abandonar su militancia de izquierda.
La política debe de ser un vehículo civilizatorio y que parlamento viene de parlar.
Puede haber discusiones muy fuertes, pero lo importante es que haya respeto».
«Lo importante es la aplicación del reglamento y la toma de protesta significa eso: cumplir y hacer cumplir la Constitución Política y las leyes que de ella emanen», señaló.
Así que trabajar con institucionalidad es apegarse a la constitución y los ordenamientos internos del Senado, donde se establecen las facultades y responsabilidades del Presidente, quien representa a todos los senadores y está obligado a defender su fuero y el respectivo del recinto, así como debe mantener el orden en la Asamblea.
Se dirá que cualquier senador con sentido común será capaz de asumir el estrado senatorial; y en efecto, así es, pero en esta ocasión la senadora Castillo Juárez llega con el plus de la legitimidad histórica de la lucha política que emprendió su padre, venciendo dificultades y carencias, pero sobretodo, la represion oficial; persecución, cárcel, desaparición, muerte, en tiempos de extrema dificultad dentro de guerra fría.
El ingeniero Castillo fue un ciudadano singular, común en el campo intelectual de la política, lo que no fue óbice para que dentro del proceso él accediera, por medio de la praxis personal, a alcanzar una visión íntegra de la situación histórica de la nación, hasta convertirse en uno de los líderes sociales de la nación.
La trascendencia del proyecto histórico del ingeniero Castillo es importante y vigente por dos razones, por una parte se vincula al proyecto originario de nación contenido en la constitución de 1917, y puesto de nuevo marcha en Conferencia Latinoamericana por Soberanía, la Emancipación y La Paz convocada en 1961 por el general Lázaro Cardenas y fundadora del Movimiento de Liberación Nacional; la segunda razón, se relaciona con la capacidad del científico industrial para adaptarse a cada circunstancia de cambio operada en el proceso del conflicto y saber el modo adecuado de enfrentarlo para pasar de la resistencia a la ofensiva activa, sin descartar el potencial de una posible confrontación a la que no recurrió al no llegar al extremismo del no retorno.
Precisamente, la estrategia que se utilizó permitió la presencia en cada momento de ruptura con capacidad combativa. El proceso de formación del liderazgo del inventor de la tridiloza parte de su rebelión personal ante la aplastante represión que sufre un grupo de seguidores de candidato presidencial del general Miguel Henríquez en la Alameda del D.F. en 1952; luego seguirá a Lázaro Cardenas en 1961, en la formación del MLN, del cual se convierte en su dirigente, y cuando está punto de extinguirse se organiza la Coalición de Maestros de enseñanza media y superior del M68, y pasa la prisión represiva.
Así llegó la etapa de organización partidista y participación parlamentaria al ceder primero su candidatura por el PSUM a la Presidencia de la República para abrir brecha a Cuauhtémoc Cárdenas en 1988; funda el Partido Mexicano de los Trabajadores, en representación de partido acude a la Cámara de Diputados y auspicia la creación de Junta de Conciliación y Concordia de Pacificación de Chiapas, sin acabar de ver su utopía cumplida; su agotamiento corporal le impidió mantenerse altivo ante el adversario.
Promúlguese en la Constitución.
Hoy la lámpara que dejó encendida el hijo de Tamiahua vuelve alcanzar su irradiación desde las cumbres, cuando se escucha la declaración de Laura Itzel en su protesta de Presidenta: “Voy a trabajar con institucionalidad, pero sin declinar a mis principios”. ¡Heberto vuelve a iluminar el camino!!