19 de agosto del 2025.- Tras la reunión del lunes mantenida entre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y estadounidense, Donald Trump, Moscú ha advertido que una eventual cumbre entre el mandatario ruso, Vladímir Putin, y Zelenski deberá estar sujeta a una «preparación minuciosa». El Kremlin ha dejado claro que no aceptará improvisaciones ni negociaciones apresuradas, pese a que el anterior encuentro entre Putin y Trump en Alaska estuvo fundamentado en la urgencia.

«Cualquier contacto que involucre a los jefes de Estado debe prepararse minuciosamente», ha declarado tajante el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en una entrevista con la televisión estatal. Según Lavrov, el Kremlin no rechaza ni el formato bilateral ni el trilateral, pero ha subrayado que «todo debe empezar desde el nivel de expertos».
Pese a las ambiguas declaraciones de Rusia, la Casa Blanca ha asegurado que Putin prometió en su conversación del lunes con Trump que se reuniría pronto con Zelenski.
En las últimas semanas, Trump ha acelerado sus contactos con las partes ucranianas y rusas, lo que refleja su impaciencia para lograr un avance visible hacia la paz. El lunes, ante los líderes europeos, Trump sugirió que una reunión bipartita podría celebrarse en las próximas dos semanas.
Zelenski ha aceptado públicamente la posibilidad de reunirse sin condiciones con Putin. No obstante, el Kremlin sigue considerando al mandatario ucraniano como un presidente ilegítimo desde mayo de 2024, tras cancelar las elecciones presidenciales por la ley marcial. Bajo este argumento, Moscú ha evitado cualquier contacto directo al más alto nivel.
Moscú insiste en sus condiciones como base para la paz
Lavrov ha reiterado que un acuerdo de paz duradero debe incluir garantías para la seguridad de Rusia y los derechos de la población rusoparlante en Ucrania, una narrativa que Moscú ha utilizado desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. «Sin respeto a estos derechos no puede hablarse de acuerdos sostenibles», ha señalado.
Además, ha criticado que Occidente no exija a Zelenski la derogación de leyes que, según el Kremlin, «vulneran los derechos de los rusoparlantes». Lavrov ha sugerido que esa debería ser una condición previa a cualquier negociación seria. Algunas leyes ucranianas restringen actualmente la exhibición de símbolos o bienes culturales rusos en lugares públicos.
Por otro lado, el asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, ha revelado que Trump y Putin discutieron el lunes la posibilidad de elevar el nivel de representación ucraniana y rusa en las conversaciones, aunque no ha confirmado ninguna cumbre ni el tipo de formato que esta tendría.
Macron tilda a Putin de «depredador» y cuestiona su voluntad para la paz
Desde Europa, las señales de desconfianza hacia Moscú son claras. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha asegurado en una entrevista con NBC que no comparte el optimismo de Trump sobre la supuesta voluntad de paz del presidente ruso. «Putin es un depredador, un ogro a nuestras puertas que necesita seguir comiendo para sobrevivir», ha afirmado, además de pedir evitar toda “ingenuidad”.
A su vez, Macron y el primer ministro británico, Keir Starmer, han copresidido este martes una reunión virtual con 30 países que integran la Coalición de Voluntarios que apoya a Ucrania. El objetivo no es otro que coordinar las garantías de seguridad futuras para Kiev tras cualquier acuerdo.
Londres ha reiterado que no aceptará un pacto de paz que implique concesiones territoriales forzadas. Berlín, por su parte, ha respaldado esa postura. «Ucrania no debe ser forzada a ceder nada», declaró el lunes el canciller alemán, Friedrich Merz.
El dilema de las concesiones territoriales
La posible cesión de territorios exigida por Moscú sigue siendo uno de los principales puntos de fricción entre las partes. «Eso es algo entre Putin y yo», señaló Zelenski cuando se le preguntó si estaría dispuesto a renunciar a parte del este ucraniano. Sin embargo, en el terreno, y pese a que el frente se mantiene estable, Ucrania sigue sin poder recuperar militarmente los territorios ocupados por Rusia.
Por su parte, Macron ha propuesto celebrarlo en Europa, con Suiza como posible sede. Sin embargo, es probable que Putin rechace al país alpino, que ya celebró el año pasado una cumbre de paz sin su presencia y al comienzo de la invasión abandonó su histórica neutralidad para adoptar sanciones europeas contra Rusia.
La incógnita principal se ubica en qué puntos estarían dispuestas a renunciar cada una de las partes, dada la contraposición de sus exigencias y la defensa a ultranza de sus objetivos maximalistas. A su vez, reconocer la autoridad rusa sobre los territorios ucranianos validaría ante el resto de Estados la anexión militar como un medio para alcanzar objetivos en política exterior.