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La desesperación campa en Haití mientras pandillas y justicieros se extienden como en el Lejano Oeste

Por Naima Sawaya18 Agosto 2025 Derechos humanos

Con más de 1,3 millones de haitianos desplazados y la mitad del país pasando hambre, la desesperación no es una idea abstracta en Haití. es una realidad muypresente..

 
Un miembro del personal de la ONU recorre un edificio atacado por bandas en Puerto Príncipe

Con pandillas armadas expandiendo su influencia, grupos de autodefensa transformándose en entidades similares a pandillas y funcionarios públicos actuando con impunidad, Haití se asemeja lentamente al «Lejano Oeste», según William O’Neill, experto de la ONU en derechos humanos para esta nación isleña del Caribe.

Y si se le pregunta a O’Neill qué crea condiciones similares al Lejano Oeste, la respuesta es la desesperación. Con más de 1,3 millones de haitianos desplazados y la mitad del país pasando hambre, la desesperación no es una idea abstracta en Haití, es una realidad muy presente.

No obstante, O’Neill mantiene la esperanza de que la devastación en Haití pueda detenerse, si el mundo está dispuesto a comprometerse.

Infierno en la tierra

Noticias ONU: ¿Alguna vez ha conocido a un líder pandillero o a alguien en una pandilla? ¿Qué les llevó a unirse?

William O’Neill: Nunca he conocido a un líder pandillero. He conocido a algunos jóvenes que estaban en una pandilla, que habían sido arrestados por la policía.

Uno de los chicos que entrevistamos tenía unos 12 años y era un niño de la calle. Su familia lo había abandonado. Vivía de su ingenio, robando, mendigando. En un momento, un pandillero se le acercó y le dijo: «Te daremos una comida caliente al día. Te daremos algo de dinero cada semana, pero serás un vigía».

El chico hizo eso durante varios meses, hasta que la policía se dio cuenta y lo arrestó. Los demás que entrevistamos tenían historias similares de pobreza extrema, falta total de opciones y ausencia de esperanza. Las pandillas en muchas áreas —créase o no— ofrecen algo que parece bueno.

Noticias ONUEl informe más reciente sobre derechos humanos incluía ejemplos desgarradores. ¿Cómo es vivir con violencia brutal sobre sus cabezas?

O’NeillEs un infierno en la tierra. Cada día recibo información, y la gente me describe lo horrible que es. Es como una mafia, una mafia criminal que vive a costa de la población.

Nunca he visto algo así. El impacto de la violencia en los derechos económicos, sociales y culturales —además del derecho a la vida, a la integridad física y al acceso a alimentos, atención médica, agua limpia, refugio y educación— se ha visto severamente comprometido.

William O'Neill (derecha), experto designado por la ONU para la situación de los derechos humanos en Haití, habla con un agente de policía haitiano en Puerto Príncipe.

© OACDH/Marion Mondain William O’Neill (derecha), experto designado por la ONU para la situación de los derechos humanos en Haití, habla con un agente de policía haitiano en Puerto Príncipe.

Uno de los grandes problemas, la impunidad

Noticias ONUEn sus conversaciones con personas en Puerto Príncipe, ¿qué les dice cuando atraviesan ese «infierno en la tierra»?

O’Neill: Es una de las partes frustrantes de nuestro trabajo. El personal humanitario a veces tiene una bolsa de arroz para darles, cosa que yo no tengo. Es difícil. Les decimos lo importante que es retratar lo que realmente está sucediendo. Parte de ello es el rol de incidencia, para transmitir a los responsables políticos lo que realmente ocurre.

En algún momento, esperamos que los perpetradores enfrenten justicia. Pero no podemos hacer promesas falsas. Decimos que es importante esclarecer los hechos y combatir la impunidad, uno de los mayores problemas en Haití. A menudo ha ocurrido que la gente se ha salido con la suya tras asesinatos, y un país no puede sobrevivir así.

Sheriff, juez y verdugo

Noticias ONUEl informe señaló al fiscal público de Miragoâne como responsable de matar a más de 80 personas con total «impunidad». ¿Eso erosiona la confianza en el gobierno?

O’Neill: Perversamente, la población tiene la opinión contraria: es extremadamente popular. Se le ve como alguien que se enfrenta a las pandillas y «protege» a la gente.

He planteado su caso con dos ministros de justicia diferentes en mis visitas. Les dije: «No pueden permitir esto. No pueden tener a un fiscal que ejecuta personas». Asienten, dicen que lo saben, pero como es tan popular, la gente teme enfrentarlo.

¿Por qué es popular? Porque las instituciones han fallado. Es un círculo vicioso: mientras las instituciones sigan siendo tan débiles, tienes el Lejano Oeste como en las viejas películas estadounidenses, donde el sheriff es juez, jurado y verdugo a la vez. Por eso también existen los grupos de autodefensa.

Miles de familias deben desplazarse a causa de la violencia de las pandillas en Puerto Príncipe, Haití.

© UNICEF/Ralph Tedy Erol Miles de familias deben desplazarse a causa de la violencia de las pandillas en Puerto Príncipe, Haití.

¿Autodefensa o pandilleros?

Noticias ONU¿Los grupos de autodefensa también son populares?

O’Neill: Depende. Son muy controvertidos. En algunos casos, empiezan a actuar como pandillas: exigen dinero y se vuelven muy violentos. Si eres un joven que no reconocen y tienes un tatuaje o no llevas identificación, te matan en el acto y queman el cuerpo.

Noticias ONUEl informe también señaló que las fuerzas de seguridad usan cada vez más drones contra las pandillas. ¿Por qué el gobierno empezó a usarlos ahora?

O’Neill: Nuevamente, desesperación: los líderes pandilleros están atrincherados en zonas muy protegidas y vigiladas. Es físicamente muy difícil para una policía nacional con pocos recursos y la fuerza multinacional liderada por Kenia capturar a un líder pandillero.

Los problemas de derechos humanos con este enfoque son graves. Técnicamente Haití no es un conflicto armado. La policía solo puede usar fuerza letal en circunstancias muy limitadas: cuando su vida corre peligro, la de un tercero o si no hay otra opción.

Y ese es el problema: el líder pandillero, durante su mandato, representa una amenaza, pero en ese momento concreto, ¿está amenazando al policía o a un tercero? ¿Y hay otros métodos no letales que aún podrían intentarse?

Me cuesta ver cómo se cumplen esas condiciones con estos drones. Los llaman drones kamikaze. Simplemente los envían y esperan que al explotar maten a un líder pandillero.

Noticias ONU¿Hay esperanza para el futuro de Haití?

O’Neill: Haití no es una causa perdida. Es posible. No es fácil; si lo fuera, ya habría ocurrido. Pero el Consejo de Seguridad ha identificado tres pasos clave: una fuerza multinacional totalmente equipada, sanciones y detener el flujo de armas desde Estados Unidos.

Y si se hicieran esas tres cosas a la vez, con contundencia, se podría superar a las pandillas rápidamente porque no son populares. La gente las odia.

Cuando miro a Sudán, Gaza o Ucrania, a veces tiendo a perder la esperanza. Pero en Haití, realmente podemos lograrlo si simplemente hacemos lo que el Consejo de Seguridad ya ha autorizado.

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