11 de agosto del 2025.- En el movimiento transformador que ha permitido el avance de los derechos y la paridad de género en el gobierno federal, el Congreso y la política social en favor de las mujeres “ya no habrá marcha atrás”, expresó la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, en la inauguración de la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que tiene como eje el sistema de cuidados.

“Mientras en otras latitudes del mundo priva la guerra y hay un revés al respeto a los derechos humanos, hoy en México construimos paz, gobernanza con justicia, desarrollo sustentable con bienestar, humanismo, y perspectiva de género”, señaló.
Desde la tribuna de la Cámara de Diputados, donde se desarrollan los trabajos de la conferencia, la funcionaria resaltó que en el país las decisiones de políticas públicas son tomadas por mujeres, resaltó que por primera vez vez una mujer, Claudia Sheinbaum, ocupa la Presidencia del país, y es la segunda vez que hay un gabinete paritario.
Sostuvo que estos avances se lograron tanto por la lucha de las mujeres, como por los cambios impulsados desde el sexenio pasado, “y ahora con el empuje de una mujer valiente, valiosa, honesta, inteligente y comprometida con el pueblo y la defensa de la soberanía nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum”.
-¡Una chingona! -gritó desde su curul, la diputada oaxaqueña Irma Juan Carlos (Morena).
-¡Eso! -secundó la titular de Gobernación.
El tema central del foro es Las transformaciones en los ámbitos político, económico, social, cultural y ambiental para impulsar la sociedad del cuidado y la igualdad de género.
En ese contexto, Raquel Serur Smeke, subsecretaria para América latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores, planteó a los legisladores aprobar una reforma hacia un sistema de cuidados, cambios que “no son un favor ni un gesto de buena voluntad, son una deuda histórica con millones de mujeres y familias mexicanas”.
Señaló que “reconocer, redistribuir y remunerar los cuidados es reconocer la dignidad humana y el derecho de todas las personas a recibir y brindar cuidados, sin que ello implique desigualdad, pobreza o discriminación. Cerrar las brutales brechas de desigualdad que perviven en América Latina y el Caribe solo será posible si se atienden las demandas que históricamente los movimientos sociales han reivindicado respecto a exclusión de personas marginadas y discriminadas, como las mujeres y indígenas y afro descendientes”.
También dese la tribuna, José Manuel Salazar Xirinachis, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dijo que si bien las mujeres cuentan con más años de estudios que los varones y ocupan cada vez más espacios de decisión, las brechas persisten en todos los países.
Ejemplificó que sólo 50 por ciento de mujeres participan en el mercado laboral, en contraste con 75 por ciento de los hombres, además que su inserción está marcada por la informalidad, la brecha salarial y una carga desproporcionada de cuidados no remunerados que limitan su autonomía.
“Por cada 100 hombres en situación de pobreza, hay 120 mujeres. Esa desigualdad estructural se agrava con la crisis de los cuidados, caracterizadas por una demanda creciente a causa del envejecimiento de la población, flujos migratorios, patrones epidemiológicos e insuficiencia crónica de inversiones en cuidado”, indicó.
Se trata de una crisis que se agudizará y que afecta de manera desproporcionada a las mujeres, pero se acentúa en las más pobres, que viven en zonas rurales y a las jóvenes, alertó también Ana Güezmes García, directora de la División de Asuntos de Género de Cepal.
A su vez, Sima Bahous, secretaria general adjunta de ONU Mujeres, planteó que el foro representa un camino para una sociedad de cuidados, un imperativo global que la región ha defendido con propósito y claridad.
“Las mujeres que llevan la carga desproporcionada de cuidado no pagado se merecen políticas que reconozcan, redistribuyan y compensen el cuidado como un bien público. No es un lujo, es un imperativo político. La democracia es frágil cuando el espacio cívico se ve restringido. Debemos proteger la participación, asegurar que nada afecte los derechos de las mujeres y las niñas y que, en su diversidad, se vean apoyadas y protegidas”, resaltó.
Llamó asimismo a acelerar el progreso en materia de representación política y de gobierno de las mujeres, pues señaló que, al ritmo actual, tendrían que pasar 130 años para lograr la igualdad en ese rubro. “Las niñas que nacen este día no tienen que esperar cuatro generaciones para esperar este cambio. Necesitamos una acción decisiva para eliminar la violencia política contra mujeres”, abundó.
Los trabajos continúan en el pleno de la cámara y, por la tarde, las conclusiones se presentarán en el Alcázar del Castillo de Chapultepec.
Con información de La Jornada