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25 de julio del 2025.- El Gobierno de Estados Unidos ha comenzado a deportar a migrantes recluidos en el nuevo centro de detención migratoria ‘Alligator Alcatraz’ (Alcatraz de los caimanes), según ha anunciado este viernes el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
«Me complace reportar que esos vuelos desde ‘Alligator Alcatraz’, por parte del DHS (Departamento de Seguridad Nacional), han comenzado. El ritmo está incrementando. Hemos tenido ya cierto número de vuelos en los últimos días, hemos expulsado a cientos de ilegales desde aquí», ha presumido DeSantis en una conferencia desde la prisión, construida en una vieja pista aérea en medio del humedal de los Everglades.
El mandatario republicano ha anunciado que «muy pronto» habrá elementos de la Guardia Nacional en el centro ubicado al oeste de Miami. Su función será actuar como jueces migratorios para acelerar las deportaciones.
Una medida aprobada por Trump
Según ha indicado DeSantis, esta medida fue «aprobada» por el presidente, Donald Trump, durante su visita al lugar en la primera semana de julio. «El propósito completo es convertir esto en un lugar que pueda facilitar el incremento en la frecuencia y el número de deportaciones de extranjeros ilegales y esa es la meta. Y una de las razones por las que este es un lugar esencial es porque tienes esta pista aérea justo aquí», ha señalado el gobernador.
Él mismo visitó el punto el 3 de julio, tres semanas después de la apertura de ‘Alligator Alcatraz’. Actualmente, tiene capacidad para 2.000 detenidos, pero se espera que crezca hasta albergar a 4.000, según ha precisado el director ejecutivo de la División de Manejo de Emergencias de Florida (FDEM), Kevin Guthrie.
Aunque no ha precisado la cantidad ni las nacionalidades de los deportados en los vuelos, el mandatario estatal ha recordado que la Administración Trump ha ordenado la expulsión de cerca de 800.000 personas, al menos entre 50.000 y 75.000 de ellas desde Florida.
«Este aeropuerto puede aceptar aeronaves de tamaño comercial y tener operaciones tanto de día como de noche. De eso se trata todo esto, de poder retener, procesar y expulsar a gente que está ilegalmente en el estado de Florida y en Estados Unidos», ha detallado DeSantis.
La visita del gobernador ocurre días después de una protesta de decenas de activistas y familiares de migrantes detenidos que definieron el lugar como un «campo de concentración» y una «jaula para perros». Desde su apertura se ha documentado la detención de más de 1.000 personas, de las que seis han tenido que ser hospitalizadas.
Además, la alcaldesa del condado de Miami-Dade, donde se encuentra el centro, Daniella Levine Cava, ha enviado este viernes una carta al FDEM. En ella exige acceso al lugar para «realizar inspecciones y monitorear cualquier operación», ante los informes de condiciones «inhumanas» y «peligrosas» para los migrantes.
Sin embargo, DeSantis ha reivindicado a Florida como líder en la implementación de la política migratoria de Trump, al citar que ha impedido la llegada de 18.000 migrantes a las costas del estado y que ha impulsado acuerdos para que todos los condados colaboren con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
